Crecimiento económico: Perú 2050
Cada vez que se plantean temas de crecimiento económico, da la sensación que nos olvidamos de los fundamentos de la teoría económica. Los objetivos planteados en las propuestas “para elevar la competitividad” suenan etéreos.
Bajar la informalidad, mejorar la infraestructura, fortalecer la institucionalidad, mercado laboral dinámico, etc.; sí, claro, ¿pero cómo? De lo que se debe hacer y cómo hacerlo, poco o nada, solo texto.
Y la respuesta es que se está en la “trampa de la ideología”, no en la de “los ingresos medios”, que es una falacia muy útil para explicar la caída en el ritmo de crecimiento cuando una economía agota su posibilidad de crecimiento primario exportador.
La mayor parte de países que hoy se encuentran en la llamada “trampa de los ingresos medios” es porque ya agotaron el proceso de crecimiento basado en la extraccion y venta de recursos naturales.
Por lo tanto, el problema es que para retomar el crecimiento de “segunda generacion” se requiere dejar de ser una economía extractivista y pasar a ser una economía de valor agregado, pero para ello es necesario una alianza entre el sector privado y el Estado. Alianza imprescindible porque para dar ese salto se requiere de legislación que la da el Estado, grandes capitales para inversiones en actividades básicas que el sector privado no tiene y gestión eficiente que el Estado no tiene. Allí está la trampa ideológica, el no entender que no hay país que haya salido de la trampa de ingresos medios sin una alianza de trabajo conjunto entre ambos sectores.
En el Perú algo se ha logrado cuando se ha trabajado adecuadamente este esquema, me refiero a los pocos casos donde se fomentó la inversión productiva, mejorando rentabilidad, por ejemplo en minería y en agroexportación, a ambas se les dio incentivos a la rentabilidad sectorial y han crecido de manera exponencial en las últimas décadas, pero hace falta ahora incorporarles mayor valor agregado.
Este fomento a la rentabilidad que debe aplicarse a las nuevas inversiones, subrayado, porque eso es lo que debe incentivarse, nuevas inversiones en los sectores donde mayor valor agregado potencial se puede generar.
Solo generando mayor riqueza podrá reducirse la informalidad, se podrá fortalecer la institucionalidad, se mejorará el sector laboral, y por ende la competitividad.
¿En qué sectores se podría crecer dentro de ese esquema? Por ejemplo, en energía eléctrica: hidro, solar, etc., para convertir el Perú en un hub de exportación de energía a todos sus vecinos.
Un esquema pro rentabilidad para nuevas inversiones en confecciones de algodón y pelos finos: alpaca, vicuña, chinchilla, etc.; altas generadoras de trabajo y encadenadas a sectores primarios.
En siderurgia estamos entre los primeros productores mundiales de la mayoría de los minerales metálicos, pero no producimos metales sino solo minerales; ese salto es fundamental y seria puro valor agregado. Lo mismo que en pesca, madera, acuicultura, etc.
Estos son algunos de los sectores donde la posibilidad de multiplicar el valor de lo producido permitiría elevar la competitividad y el crecimiento del Perú con miras al 2050.