Corrupción en Vivienda no puede paralizar al sector

Ya es harto conocida la situación calamitosa que dejó el golpista Pedro Castillo a la administración pública, sobre todo en el Ejecutivo, no solamente por su gestión marcada por la improvisación y la mediocridad, sino por los niveles de corrupción alcanzados a velocidad meteórica a pocos días de asumir el mando, como se ha conocido, no habían siquiera terminado de instalarse en el nuevo gobierno y ya estaban coimeando y haciendo negociados en detrimento de los intereses del Estado, todo lo que es materia de investigación por los operadores de justicia. Sin embargo de este alicaído aparato estatal a quien le tocó “bailar con la más fea”, expresión coloquial de uso indistinto para hombres o mujeres, a decir por la extinta lingüista Martha Hildebrandt, cuando se hace referencia de pasar por una situación difícil, fue a la titular de Vivienda y Construcción, Hania Pérez de Cuéllar, quien ha tenido y tendrá que lidiar con la corrupción cuasi generalizada en sectores altamente rentables para las mafias y organizaciones criminales integradas por funcionarios públicos, empresarios y políticos, como el caso del Fondo MiVivienda (FMV) que promueve las viviendas de interés social y que administra un presupuesto inicial para este 2023 de S/1060 millones.

La forma delincuencial como se ha manejado dicho programa que ya va enviando a varios personajes a prisión preventiva, obligó a la ministra Pérez a cerrar el caño de los bonos de vivienda y a reestructurar sobre la marcha de su gestión, la designación de los puestos de confianza de los altos ejecutivos de las áreas medulares de su ministerio, sin embargo tal reestructuración tomará tiempo, porque la misma, es de estimar alcanza también a funcionarios de carrera que para su remoción deberán antes pasar de procesos administrativos sancionadores que pueden dormir el sueño de los justos, entre tanto el país que atraviesa de recesión económica, al menos técnica y, con cero inversión privada para el presente ejercicio fiscal, requiere de la máxima performance en las carteras que administran mayoritariamente el presupuesto estatal para gasto de capital (compras y obras de infraestructura), entre los que se cuenta los ministerios de Transportes y Comunicaciones, Vivienda y Construcción, Salud, Educación, entre otros, para evitar que cerremos en cero el producto bruto interno de este año, que ocasionará más pobreza extrema, desempleo, anemia infantil y otros males que pueden desencadenar estallidos sociales a falta de pan en los hogares.

Ya pasaron ocho meses de la caída de Castillo, la actual gestión debe diferenciarse de éste en la eficiencia y calidad de gasto, en la generación de oportunidades de desarrollo, por lo pronto, exhortamos el cumplimiento de lo ofrecido por Carlos Falla, gerente general del Fondo MiVivienda, de “cerrar el 2023 con 15,600 créditos colocados”, según recogió el diario Gestión, esto no solo beneficiará a los sin techo con una vivienda digna, sino también las instituciones financieras y organismos que respaldan esas colocaciones, constructoras, fábricas, que contratarán mano de obra (puestos de trabajo) y elaborarán los insumos para la edificación de los proyectos de vivienda y los servicios de consumo que atrae dichas actividades económicas, todo lo que dinamizará nuestra alicaída economía. Ministra Pérez, usted es ejecutiva, sus responsabilidades son grandes, el Perú no puede parar.

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