Corregir el desastre en el sector salud
Hoy ha juramentado el tercer Presidente de la República del periodo presidencial 2016 – 2021, quienes están a favor o en contra se siguen enfrentando ante hechos políticos consumados, pero el día a día para la mayoría de ciudadanos continúa igual… el sector salud, Minsa y EsSalud, sin capacidad para enfrentar el peor desastre de la historia sanitaria del país producido por la pandemia del SARS-CoV-2 (Covid-19), invadidos por la falta de transparencia, incompetencia y corrupción.
La falta de transparencia viene ocultando la verdad de lo que está sucediendo con la pandemia en nuestro país. Para el gobierno saliente apenas 35 mil muertos, de por sí es un escándalo mundial. Si tomamos en consideración la información del Sinadef (Sistema Nacional de Defunciones), la mortalidad atribuible al Covid-19, directa o indirectamente, supera las 80 mil muertes… primeros en el mundo comparado con la población total. Similar información sucede con el total de enfermos por Covid-19… para el gobierno 1 millón de ciudadanos, pero largamente superaría los 2 millones, al extremo que se habría disminuido la realización del número de exámenes por día para reducir artificialmente los diagnósticos.
Este ocultamiento de la data de morbi-mortalidad real del Covid-19, a su vez trata de ocultar la incapacidad de gestión reflejada en: reducido número de pruebas moleculares para realizar diagnósticos oportunos, contra las demostradas inservibles pruebas rápidas, que continúa hasta la fecha; abandono de los establecimientos de salud de primer nivel en la atención del Covid-19; abandono de pacientes que tenían otras enfermedades y terminaron muriendo; abandono de trabajadores sin proveerles equipos de protección personal adecuados muchos de los cuales terminaron muriendo, más de 230 médicos han entregado sus vidas a la fecha.
La incapacidad de gestión también se vería reflejada en actos de demostrada corrupción, desde las altas esferas: habría participación del ex presidente Vizcarra en la adquisición millonaria de pruebas rápidas; sobrevaluación de precios en la adquisición de equipamientos, material médico y equipos de protección personal; adquisición de vestimentas y mascarillas de mala calidad que no brindaron ninguna bioseguridad a los trabajadores.
Ni las autoridades del Minsa, ni las autoridades de EsSalud escapan a la falta de transparencia, incapacidad de gestión y actos que lindan con la corrupción. Los hechos son públicos y largamente conocidos; las consecuencias de todo ello las vivimos la población y los trabajadores del sector salud… no los opinólogos… Urge un cambio inmediato de autoridades y de modelo de gestión.
