Controversias políticas
Las tendencias geopolíticas revelan etiquetas de derecha e izquierda insuficientes para explicar un mundo que se debate entre democracia y autoritarismo. Las recientes elecciones globales ilustran la compleja y creciente ruptura.
El Índice de Democracia muestra solo un 15% de países con democracias plenas, 30% democracias deficientes, 20% catalogados como híbridos con tendencias autoritarias y 35% regímenes autoritarios que activan las alarmas. Además, el creciente desapego de los jóvenes hacia la democracia los lleva a considerar ofertas autoritarias que prometen seguridad a cambio de libertad, cuando perciben que la democracia no resuelve sus problemas.
Las elecciones del Parlamento europeo con un giro a la derecha y extrema derecha son solo una pieza del panorama global; fenómeno que no es exclusivo de Europa, sino que se refleja en otras regiones, persistiendo la bipolaridad.
Francia, presenta a la ultraderecha como favorita en primera vuelta de las elecciones legislativas, por insatisfacción ante políticas tradicionales. En el Reino Unido, Ed Davey, Partido Liberal Demócrata, busca atraer la atención en una campaña parlamentaria competitiva y polarizada.
En América Latina, las elecciones muestran diferentes tendencias, con el triunfo de políticas populistas y retórica anti-establishment de Claudia Sheinbaum, sucesora de Andrés Manuel López Obrador en México. En Venezuela, Nicolás Maduro busca prolongar la dictadura en los comicios de julio, con una crisis económica, humanitaria y tácticas represivas.
En Ecuador, Argentina y Panamá ganó terreno la democracia liberal, con Guillermo Lasso enfrentando desafíos económicos y sociales, manteniendo el libre mercado. En Argentina, Javier Milei, excéntrico y disruptivo, capturó la atención recortando el aparato estatal.
En Asia, la tendencia autoritaria sigue fuerte con Putin ganando largamente las elecciones rusas, eliminando opositores. En Irán, las elecciones presidenciales anticipadas tras la muerte de Raisi, presenta apatía y baja participación por el perfil radical de los pocos candidatos admitidos en la contienda. India reelige al partido de Narendra Modi, en medio de tensiones sociales y económicas, con políticas alabadas y criticadas por su impacto en la democracia y derechos humanos.
En Estados Unidos, las elecciones muestran intensa competencia entre Biden y Trump quien lleva la delantera, no tanto por sus habilidades, sino por la incompetencia percibida del actual gobernante.
Pero la verdadera discusión política no se centra en derechas o izquierdas, sino entre democracia y autoritarismo, división reflejada en las elecciones y tendencias políticas globales. Un análisis comparativo demuestra cómo tanto el PBI per cápita o el Índice de Desarrollo Humano es ostensiblemente superior en las democracias; incluso comparadas con los países autoritarios más desarrollados, reflejando la importancia de las libertades individuales y derechos humanos para mejorar la calidad de vida. Además, los regímenes autoritarios son propensos a poner en peligro la estabilidad global con conflictos y guerras.
La democracia liberal, con principios como libertad individual, Estado de derecho y limitación del poder, garantiza la paz, progreso y convivencia. Los jóvenes, en particular, deben involucrarse combatiendo el autoritarismo que promete seguridad a cambio de libertades.
El mundo se debate entre democracia y autoritarismo, desde América Latina hasta Europa y Asia, con elecciones que muestran estos desafíos. Es esencial enfrentar las tendencias autoritarias para garantizar estabilidad y valores democráticos globales. Proteger la democracia liberal asegurará paz y progreso.
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