Contreras bajo la lupa
En estos momentos en los que buscamos la ansiada recuperación económica, es imperativo analizar con detenimiento las decisiones del Ministerio de Economía y Finanzas, dado que impactan directamente en el bolsillo de los ciudadanos. Recientemente, el ministro Alex Contreras, ha anunciado un incremento en el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) sobre productos que representan un significativo porcentaje de las ventas de las bodegas, afectando a aproximadamente 14 mil establecimientos en el mercado.
Las bodegas, pilares de inversión para muchas familias peruanas, constituyen un medio mediante el cual se logra afrontar los gastos cotidianos. Este negocio es tan noble que permite generar pequeños margenes desde la apertura de la cochera hasta la implementación total de la bodega, pero cualquier vaivén puede poner estas cifras en rojo y esto es grave. Estas pequeñas empresas han contribuido significativamente al sustento económico de numerosos hogares, incluso financiando las carreras universitarias de muchos peruanos.
El ministro ha asegurado que este incremento se aplicará exclusivamente a productos considerados no saludables tales como el cigarro y las bebidas alcohólicas. Esta estrategia fiscal no es novedosa dado que se ha utilizado durante años no solo para desincentivar el consumo de cigarrillos o alcohol, sino también como fuente de financiamiento para los gobiernos en turno. Más allá de la retórica sobre la salud, lo que se busca es, sin duda, recaudar fondos que usualmente no son bien utilizados. Pero fuera de la ejecución presupuestaria, el hecho es que la meta cobra relevancia debido al incumplimiento del ministro Contreras en el año 2023, al romper la regla fiscal del 2.4 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI). Para el 2024, la meta es aún más ambiciosa, situándose en el 2.0 por ciento del PBI, y es imperativo que se cumpla. Si no se hace, la predectibilidad de la que se jacta la economía peruana podría verse en entre dicho.
Frente a este realidad el Consejo Fiscal ha emitido un comunicado contundente, recordando que la sostenibilidad fiscal es esencial para mantener la estabilidad macroeconómica, con beneficios tangibles para la economía. Entre estos beneficios se destacan la reducción de pagos de intereses, la reasignación del gasto público hacia servicios esenciales para los ciudadanos, la disminución de los costos de financiamiento para el sector privado, y la generación de ahorros fiscales que permitan la implementación de políticas contracíclicas y acciones preventivas ante eventos inesperados, como fenómenos climáticos o desastres naturales.
El extenso documento subraya algunos puntos que estás sobre la mesa. La necesidad de pensar más fríamente respecto a los gastos, evitar sobre endeudamientos y pone ciertos reparos sobre las pretensiones de Petroperú.
En medio de la búsqueda de la estabilidad económica, es crucial que las decisiones fiscales se tomen con responsabilidad y transparencia. No podemos elevar impuestos a las bodegas para darle el dinero que entra a la caja fiscal a empresas que no son solventes. La población demanda una recuperación económica sostenible y equitativa. La eficiencia en el manejo de los recursos públicos es esencial para construir un futuro próspero para todos los peruanos.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
