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Congresistas: ¡Intervengan la JNJ!

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Fecha Publicación: 01/05/2024 - 23:00
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La Junta Nacional de Justicia (JNJ) nació chueca. Prohijada por un miserable llamado Martín Vizcarra (imputado por corrupto y golpista) como instrumento coercitivo del poder político incrustado en la Justicia, su objetivo fue manejar el poder Judicial y el Ministerio Público; y coercitivamente, todo estrato importante del Estado. Ejemplo, ONPE y Reniec. Por mandato legal, la JNJ designa (previo concurso público de méritos) a los jueces y fiscales en todos los niveles. Además, a solicitud de la Corte Suprema y/o de la Junta de Fiscales Supremos, destituye a los jueces de la Corte Suprema y fiscales supremos de la República. Igualmente, junto con la Academia de la Magistratura, evalúa cada tres años y medio el desempeño de todos los jueces y fiscales en sus varios niveles, precisando que los no ratificados y/o los destituidos no podrán reingresar al Poder Judicial ni al Ministerio Público. Finalmente, la JNJ tiene a su cargo nombrar o remover de sus funciones –o destituir– tanto al jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) como al jefe del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec).
A decir verdad, varios de los actuales integrantes de la JNJ fueron perversamente escogidos. Exceptuando a Guillermo Thornberry y quizá a María Zavala, los demás no están a la altura de esta institución. Empezando por un presumido sujeto llamado Aldo Vásquez, la aprovechadora Inés Tello de Ñecco e Imelda Tumialán. La mayoría de ellos cultiva la cultura caviar; otros aparentan hacer lo mismo pero, formalmente, no lo son. Al final del día, los caviares han transformado a la JNJ en baluarte propio para consolidar poder, fundamentalmente alrededor del Ministerio Público y el Poder Judicial. Ambos ya han sido convertidos en cotos de aquella izquierda rosada, desde donde ésta ejerce chantaje a todos los demás organismos del Estado. Con lo cual, ha conseguido consolidarse como el poder omnímodo que, para todo efecto, dirige y manda a cualquier títere con cabeza dentro de la Administración Pública. ¡En pocas palabras, hoy los caviares gobiernan este país, sin haber recibido votos del pueblo! Incluso por encima del presidente de la República, ministros y cualquier burócrata, por más pintado que se crea. ¡A ello se debe la actual tensión política que transpira esta nación! Los caviares han consolidado poder a base de chantaje. El trabajo que hace la JNJ, dominada por ellos, es chantajear a otras autoridades estatales, amenazándolas –si incumplen sus ordenes– con denuncias falaces para echarlas del cargo, y someterlas a la Justicia digitada por ellos. Encima, nombran y remueven a los jueces y fiscales del país sin razonamiento, conminándolos así a que procesen, condenen y encarcelen a quien desacate los ucases caviares. ¡A este extremo de horror hemos llegado, amable lector!
Por mandato constitucional, como única solución el poder Legislativo debe reponer el orden democrático vía remoción de todos los integrantes de la JNJ, adecuando a la institución a lo que disponga modificando su estatuto y designando una comisión interventora que investigue y denuncie la infame conducta de los actuales dirigentes de la JNJ.

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