Confrontando las mentiras del terrorismo
Como sociólogo estoy estudiando la historia contemporánea de manera permanente. Y me he topado con una frase para la antología de la mentira: el exguerrillero Héctor Béjar afirmó meses atrás que el grupo terrorista Sendero Luminoso “fue obra de los servicios de inteligencia norteamericano” (https://tinyurl.com/ycz5xhef).
«Estoy convencido, no puedo demostrarlo, de dos cosas: uno, que Sendero ha sido en gran parte obra de la CIA y de los Servicios de Inteligencia…», afirmó demostrando un desconocimiento de la historia del Perú. Esto mereció el repudio general.
La verdad categórica es esta: entre el año 1980 al 1992, el terrorismo dejó un saldo de alrededor de 70 mil víctimas mortales, de acuerdo al Informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), disponible en https://www.cverdad.org.pe/ifinal/.
Sanguinarios y demenciales grupos terroristas Sendero Lumionoso y Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), en su afán de tomar el poder por la vía de las armas y el terror, dejaron una secuela de sangre en el país. Una tragedia.
Ahora, con nuevo maquillaje, los “neosenderistas” tratan de construir una nueva narrativa llena de mentiras y falacias. Como lo señalado en esta columna (https://tinyurl.com/28dn2by8), muchos peruanos ignoran esta realidad y son manipulados por quienes tratan de maquillar el terrorismo y quieren justificarlo, señalando equivocadamente que fue un movimiento que buscaba la justicia social. Gran mentira, que defienden también los organismos de fachada de estas agrupaciones.
En otro artículo llamado “El fantasma del terror” (https://tinyurl.com/4wj3j2at) también expresé que, en su informe final, la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) atribuye a Sendero Luminoso ser causante de la mayor cantidad de crímenes y masacres durante el período de violencia terrorista en el Perú (https://www.cverdad.org.pe/ifinal/).
El cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán -sentenciado a cadena perpetua por el delito de terrorismo-, ocasionó una verdadera tragedia en el Perú. El informe es contundente y no quedan dudas: “La CVR estima que la cifra más probable de víctimas fatales de la violencia es de 69,280 personas. Estas cifras superan el número de pérdidas humanas sufridas por el Perú en todas las guerras externas y guerras civiles ocurridas en sus 182 años de vida independiente”.
Para la CVR, el Partido Comunista del Perú (PCP-SL) fue el principal perpetrador de crímenes y violaciones de los derechos humanos tomando como medida de ello la cantidad de personas muertas y desaparecidas. Fue responsable del 54 por ciento de las víctimas fatales reportadas a la CVR.
Y lamentablemente, hay una tendencia a responsabilizar y hasta “satanizar” a los valerosos policías y militares que ofrendaron sus vidas por el Perú. Aunque hubo casos aislados de abusos de autoridad, y que se han ventilado en el Poder Judicial, la cuestión de fondo es que fue una “guerra” contra el terrorismo. Al final, las autoridades detuvieron, procesaron y sentenciaron a los cabecillas de estas sanguinarias organizaciones, entre ellos Abimael Guzmán.
(*) Escritor, sociólogo y analista político. Consultor Internacional en Derechos Humanos para VIACTEC.
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