Confrontación internacional de fósiles y ambientalistas

La confrontación entre fósiles y ambientalistas es global. El interés económico está de por medio, ya sea por la inversión que significa tener procesos productivos amigables con el medio ambiente, como por no disminuir la producción hidrocarburífera.
Tres cumbres realizadas este mes han tocado el tema del medio ambiente: COP16 realizada en Cali, Colombia; G20 en Río de Janeiro, Brasil; y COP29 en Bakú, Azerbaiyán. La conclusión es que se camina a paso lento y a la espera de la posición de los Estados Unidos a la llegada de Donald Trump a la presidencia.
La COP16 tuvo una magra asistencia de jefes de Estado; el realce lo puso la presencia del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres. Se rescata del evento el acuerdo declarativo a nivel global para conservar áreas marinas de alta importancia ecológica en aguas internacionales. Sin embargo, no hubo consenso para el financiamiento que permita cumplir las metas impuestas para el 2030.
En el G20 estuvieron los principales líderes mundiales; aparte de los temas de la estabilidad financiera y las relaciones políticas, también se trató sobre el medio ambiente, la transición energética y el desarrollo sostenible. Conclusión: solo mensajes bonitos para la prensa.
La COP29, como cónclave para monitorear los avances de los compromisos de reducción de gases de efecto invernadero con metas impuestas al 2030, ha sido una decepción. Hay resistencia de los países desarrollados y ninguna señal de cumplimiento de metas. A pesar de que hay una promesa de financiamiento por 300 mil millones de dólares anuales para el 2035, la cifra es a muy largo plazo e insuficiente.
En todos estos eventos, Trump ha sido el presente no asistente, sobre el que esperan solo oposición a la corriente ambientalista, más aún cuando ha designado como secretario de energía al magnate petrolero Chris Wright. Es obvio que vendrá un negacionismo al cambio climático y un incentivo a las actividades en hidrocarburos.
Pienso que el próximo mandatario republicano no la tiene tan sencilla, porque hay diversos estados que tienen políticas ambientalistas e incentivos para la producción de energías renovables en el ámbito de la electricidad, combustibles y fertilizantes. Los resultados los veremos en el camino; paciencia es la recomendación.

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