¿Con qué cara, fiscal Vela?

Concluíamos nuestro comentario ayer con esta consigna: “El poder peruano está tan podrido que, por instinto de protección, produce pactos infamantes, traicioneros como este entre Odebrecht y la Fiscalía”. Refiriéndonos, claro está, a ese negociado suscrito entre la empresa brasileña más corrupta de planeta –incluyendo a su expresidente y principales directivos– y los fiscales peruanos Rafael Vela Barba y Pérez. Un “arreglo”, dicho sea de paso, convalidado por la juez Ana María Álvarez Camacho precisamente el día antes de que el holding de Odebrecht se declarase en bancarrota, permitiéndole a esa organización mafiosa entrar en insolvencia con un pacto debidamente oleado y sacramentado, sin posibilidad alguna de revisión. Aquello significa que el proceso de quiebra, a llevarse a cabo en Brasil, tan solo contemplará unos viles US$ 210 millones pactados por Vela y Pérez –pagaderos a veinte años, con una insignificante tasa de interés– como la única acreencia que Odebrecht deba pagarle al Perú por concepto de indemnización, para compensar las decenas de millones de dólares en sobreprecio y estrafalarias coimas entregadas a nuestras autoridades, cohecho que le ha generado un irreversible daño social y moral a nuestro país. En esa tesitura, amable lector, ¿cree que la Fiscalía ha pactado un acuerdo justo, equilibrado, tutelar de los intereses del Perú; o que más bien se trata de una inmoralidad, con características criminales, para guardarle las espaldas a la corrompida Odebrecht, a sus consorciadas locales y a expresidentes, empresarios, burócratas dorados, jueces, fiscales peruanos, etc.?

De otro lado, resulta verdaderamente insultante que Mario Vargas Llosa invitara hace poco al hoy cuestionado fiscal Vela Barba para que, en su condición de coordinador especial para el caso Lava Jato –y en plena escandalosa aparición de US$ 3’000,000 en coimas repartidas por Odebrecht, correspondientes al Gasoducto del Sur, obra que fue ex profesamente retirada del documento suscrito entre Odebrecht y el aludido fiscal– exponga en el foro “Iberoamérica de cara al Futuro”. Claro que para Vargas Llosa esto no es más que una nueva raya al tigre, considerando que hizo denodada campaña para que los electores peruanos lleven a Palacio a corruptos marca mayor como Toledo, Humala, PPK. Y hoy intenta elevar a los altares a unos controvertidos fiscales Vela y Pérez, aspirantes a seguir los pasos del también cuestionado Sergio Moro, juez brasileño hoy ministro de Justicia.

Conclusión. Vela no debe hablar de lucha anticorrupción. Porque a sabiendas de que Odebrecht sobornó en todos los proyectos bajo su responsabilidad, sólo incluyó cuatro en su cuestionado acuerdo de colaboración eficaz. Recordemos. Finalizado agosto del año pasado la Comisión Congresal Lava Jato presentó su Informe Final estableciendo que Odebrecht sobornó en todos los proyectos que había realizado. ¡Y Vela Barba lo ignoró! También recapitulemos que hace un año la dupla Vela Barba-Pérez reemplazó sorpresivamente al fiscal Hamilton Castro, primer encargado del expediente Lava Jato, quien investigaba veinte obras de Odebrecht. Incluyendo el Gasoducto. Sin embargo, turbiamente Vela Barba pactaría con Odebrecht determinando que sólo hubo sobornos en cuatro proyectos, santificando entre muchísimos otros al Gasoducto. ¿Por qué?