Con autoridad se va lejos

Bastó que el representante de Integridad, Jorge Lazarte, declarara que quienes irrespeten la ley y se enfrenten a las fuerzas del orden solo encontrarán la muerte, para que la izquierda progresista se rasgara las vestiduras por la supuesta violación de los DD.HH. Cuando un ciudadano viola la ley pierde derechos. Aquí y en la Cochinchina, atacar los aeropuertos del país es considerado delito de terrorismo. Encima acá se pretende destrozarlos y controlarlos para imponer un descabellado proyecto político. Las leyes son claras.

No comparemos la violencia del Movadef con la ferocidad de los ‘chalecos amarillos’ en Francia, u otro movimiento de protesta europeo. Allá no se pretende tomar el poder por la fuerza como ocurre en nuestras tierras. Quien lidera la asonada que padecemos es un movimiento ilegal, hijo de Sendero Luminoso, que busca implantar el totalitarismo con una Constituyente.

Ni el gobierno, los políticos ni un sector de la prensa admiten que Puno, Cuzco, Arequipa (en parte), Apurímac, Madre de Dios son zonas liberadas. No son idénticas a las de los años 80, obviamente. Hoy, las capitales de provincia no tienen libre comercio. Cuando la subversión decreta un paro nadie realiza transacciones. Si lo incumplen, les caen multas, les queman el negocio y los amenazan. El sur tiene otra legislación, vive la ley del terror. En Puno, por ejemplo, -hay estado de emergencia- terroristas irrumpieron anteayer en la misa de la Virgen de la Candelaria. No les gustó, tiraron las flores por los suelos, los fieles optaron por salvar el anda. Había resguardo policial.

La economía de Cuzco, Arequipa y los otros departamentos del sur languidece. Son quechuablantes, pueblos originarios, de nada vale. Las autoridades, o se han coludido con la subversión o tienen miedo, con razón. Empobrecidos (el turismo se acabó) esos ciudadanos serán extorsionados fácilmente, cuestión de sobrevivencia. Los desmoralizaron y están desprotegidos.

Del lado de la democracia no hay liderazgo, menos claridad de cómo defender el Estado de Derecho. La presidenta vive aterrorizada con los muertos. No le explica a la población, teniendo los medios, que Movadef los provoca. Solo asegura que no renunciará. Ojo, quien pide esto es la ultraizquierda, la izquierda caviar y sus huestes en el Parlamento. Para los expertos, la violencia durará dos meses. El sur no lo resistirá y el gobierno tendrá más muertos. Hay cierto control, pero los terroristas se recomponen para destruir y saquear.

La Policía no puede recibir tres horas diarias de piedras y ataques. Y las FF.AA., por varias razones, no están a la altura. El desbloqueo de la ‘Curva del diablo’ tardó días. Actualmente hay 54 redes viales interrumpidas, principalmente en el sur, la zona liberada. La carretera central se volvió a bloquear. Mientras que el gobierno no controle esta situación, seguiremos agonizando.

Ante este panorama, un adelanto de elecciones compulsivo y mal hecho no solucionará las cosas. Además, no hay los votos, menos unidad en la oposición. El gobierno usa la torpeza del Congreso para soplarle la pluma del descrédito. Dina Boluarte está en el poder por los parlamentarios demócratas. Sendero insistirá con el terror para lograr sus objetivos políticos. Todos debemos exigirle al Ejecutivo que libere al país de la violencia para poder recuperar la normalidad, sin ello no hay estado de derecho. Menos elecciones adelantadas.