¿Cómo serían las alianzas en una Tercera Guerra Mundial? – II
Los países asiáticos no por ser parte del continente más grande (44.6 millones de km2) y poblado del mundo (4,700 millones), estarán del lado de Irán. De hecho, los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático - ASEAN (Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur Tailandia, Vietnam, Brunei Darussalam, Camboya, Laos y Myanmar), no tienen una relación de dependencia respecto de China, por lo que evaluarán el origen de sus desarrollos económicos en gran parte debido al auge de su interacción con el capitalismo estadounidense, lo que explica por qué parte de estos países integran el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico – APEC. El único que no advertiría en esa línea podría ser Indonesia –sin confimar–, el país con el mayor número de islámicos en el planeta, llegando a más de 234 millones al 2025, lo que representa el 87% de su población que supera los 270 millones. En África los países del Magreb –norte del continente–, seguramente buscarán no inmiscuirse en el conflicto. Siendo naciones árabes que profesan el Islam, no será una lectura correcta creer que por serlo, cerrarán filas con Irán, también país islámico como ellos, aunque no árabe. Egipto y Marruecos, que ya comentamos en la primera parte de este tema, mantienen una vinculación muy importante con Estados Unidos. El caso de Argelia se ve trágico porque seguramente queriendo adherir a la causa iraní por sus vinculaciones con Rusia, cualquier resultado adverso para Teherán terminará haciendo correr al régimen que aun subsiste en Argel. Sudáfrica es la otra nación importante del continente africano que, al haber demandado a Israel ante la Corte Internacional de Justicia por genocidio –la Corte en sus medidas provisionales no lo ha confirmado–, se plegará a Irán. En América del Sur, Brasil, el gigante sudamericano, será un perfecto actor neutral. No va a descuidar sus mejores vinculaciones con China y Rusia en el marco de BRICS, pero jamás le van a dar la espalda a Estados Unidos. Brasil, vía reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, aspira a entrar en su seno como miembro permanente en algún momento y nunca lo conseguirá sin la aquiescencia de Washington. En cambio, a ciegas, se sabe que la Argentina de Javier Milei, se alineará con Israel, mientras que Chile y Colombia, por lo menos hasta el final del mandato de Gabriel Boric y de Gustavo Petro, respectivamente, gobiernos de izquierda, marcarán distancia de Tel Aviv. Todo se ve más claro con Ecuador del lado de Israel, que, con Perú, lamentablemente dominado por sus indefiniciones en política exterior, que contrasta con nuestro liderazgo del pasado en las relaciones internacionales. México y Canadá será muy difícil que tomen partido por Irán teniendo a Estados Unidos como país vecino. La cercanía geopolítica pesa y los puede liquidar si le dieran la espalda más aun sabiendo que el presidente Trump a veces actúa dominado por sus posturas reactivas. En definitiva, una guerra extendida o una tercera guerra mundial –todavía con minúsculas– involucrará e impactará en prácticamente todas las naciones del globo, a algunas, bélicamente, y a casi todas, económicamente.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
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