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¿Cómo serían las alianzas en una tercera guerra mundial? (I)

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Fecha Publicación: 18/06/2025 - 21:50
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No es descabellado y tampoco una improbabilidad absoluta que pudiera desatarse una tercera guerra mundial –todavía con minúsculas–, y como en geopolítica estamos acostumbrados todo el tiempo a hacer prospectiva, presentaré una que he venido trabajando desde que Israel decidió atacar a Irán justificando la arremetida al considerar inminente que Teherán se adelantaría. No es un secreto que Israel e Irán cuentan con aliados expresos o tácitos, o sea, aquellos países con los que han venido manteniendo una relación armoniosa, compatible o de afinidad. Israel cuenta con occidente de todas maneras. Encabezados por Estados Unidos, a ojo cerrado el Reino Unido y Francia, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se plegarían sin pensarlo mucho. En ese órgano de la ONU, China y Rusia, también miembros permanentes, cerrarán filas con Irán porque las guerras deben suponer una rápida distribución de fuerzas. Allí donde no haya equilibrio para promover contención de fuerzas similares, solo habrá sido un susto planetario. No será una sorpresa que Corea del Norte se pliegue al eje iraní tal como lo ha hecho con Rusia. India jamás se aliará a China que sería lo mismo que al bloque de oriente. El Indopacífico sigue empoderándose en su favor gracias a la cualidad disuasiva de la flota estadounidense por esos mares del globo y que tanto preocupa a Beijing. Pakistán que juega en contra de India se correrá sobre Irán. Europa a estas alturas no tiene muchas opciones para escoger por donde ir. Las dos guerras mundiales del siglo XX (1914-1919 y 1939-1945) los llevaría a resolver buscar protección, la que hallarán con Washington en el marco de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Turquía se plegará a Israel por su compromiso con la OTAN y sus ganas de entrar en la Unión Europea. Rusia no podría sumar a las exrepúblicas soviéticas bajo su manto –salvo Bielorrusia–, porque casi todas estas naciones, que fungieron de ser sus satélites, han venido experimentando las bondades de ser Estados libres e independientes, lo que jamás tendrán pegados a Moscú. Corea del Sur y Japón, aunque mutuamente se mastican, son verdaderos aliados de Washington, y juntos son la pesadilla para los chinos que creyeron fácil dominar las salidas por el Mar Meridional de China o el Mar Amarillo, y ni hablar de Australia, que, habiendo dejado de ser visto únicamente como el país de los canguros, sigue siendo empoderado navalmente por Washington, también contra China, por supuesto. Ni se crea que los países árabes apoyarían al unísono a Irán tan solo por la vinculación religiosa –son naciones islámicas–. El panarabismo de mediados del siglo XX es un asunto del pasado. Egipto y Jordania viven en paz desde que sellaron su paz con Israel y por tanto con Estados Unidos, y Arabía Saudita como Marruecos, mantienen las mejores relaciones con la Casa Blanca. Irak como Siria ya están bajo los dominios de occidente. Solo Líbano (Hezbolá) y los hutíes en Yemen, estarán con su mecenas militar o sea Irán y con ellos, Venezuela y Bolivia en Sudamérica.

(*) Excanciller del Perú e Internacionalista

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