Comisión calculada
Konrad Adenauer, estadista y Primer Canciller de la República Federal de Alemania, desde 1949 a 1963, decía que “cuando los políticos no tienen la capacidad de gobernar, crean las comisiones”. Y adivinen qué acaba de hacer don Martincito, pues crear una comisión para el ‘retorno de actividades económicas’. Esta se instalará dentro de tres días hábiles. Una inútil comisión multisectorial más que esta vez propondrá medidas para la reactivación de las actividades económicas, en medio de la Emergencia Nacional por el Covid-19, cuya línea de contagios y muertes sigue elevándose.
Vizcarra ha encontrado la fórmula perfecta para no asumir su responsabilidad e incapacidad para impulsar la economía. De esta manera se protege y juega a doble cara para cuidar su imagen y beneficiarse políticamente: si las propuestas son erradas e inservibles (como seguramente lo serán) y no logra reactivar los diversos sectores económicos que han sido profundamente golpeados por la pandemia, señalará con dedo acusador al comité de (in)expertos, elegidos por el dedo de los convocados: ministerios de Economía, Salud, Producción; Gobiernos
Regionales, Colegio Médico, trabajadores, universidades, privado y prensa.
Si por casualidad ese grupo humano acierta, él se llevará los aplausos y generará en la opinión pública la percepción de que todo lo bueno resulta de sus capacidades. Todo un calculista el ingeniero. A ver si calcula, mejor, cuánto puede cobrar el Estado en indemnizaciones a los ladrones del Cartel de la Construcción. ¿Cómo calza este afán de reactivar sectores económicos, con su propuesta inconstitucional de cobrar nuevos impuestos a quienes arriesgan su patrimonio en nuestro país, generando empleos y pagando, ya, millones en impuestos que solo alimentan la obesidad burocrática mientras la pobreza sigue creciendo?
No hay que ser zahorí para saber que de allí no brotará ninguna idea para tomarse en serio, debido a la lisérgica conformación. Para empezar solo contará con un representante del sector privado y para vergüenza de la prensa nacional, con un designado por el Consejo de la Prensa Peruana y Sociedad Nacional de Radio y Televisión.
Uno de los vicios de la prosti-prensa que nos taladra la mente es su amancebamiento con el gobierno. Cuando en tal comisión se siente un representante de ese sector por fin sabremos quiénes son los (o las) mayores lamesuelas -mediocres y mendaces- de ese periodismo que ha olvidado que su razón de ser es sacar a luz la verdad. Si alguien de la prensa acepta ocupar un lugar en esa comisión sabremos cuáles son las prioridades de esa desprestigiada actividad: el poder y no el Perú.