Cobardes e interesados ataques a la Fiscal de la Nación

Habíamos sostenido en este mismo diario que el Ministerio Público estuvo en guerra civil; la que se resolvió con la salida de Tomás Gálvez y Pedro Chávarry, finalmente destituidos por una arbitraria Junta Nacional de Justicia. Los sobrevivientes, Zoraida Ávalos, muy cercana a Vizcarra, y Pablo Sánchez, muy cercano a la izquierda elitista limena, se disputaban a puyazos los escombros de la Fiscalía, en un espectáculo decadente.

En ese marco y entre muchas dudas fue elegida fiscal de la Nación la doctora Benavides. Muchos, de todos los bandos, la acusaban de ser funcional a los intereses de los unos o los otros. “Por sus frutos los conoceréis”, reza una sabia y espiritual frase . Benavides está comportándose de manera muy institucional, inteligente y decente, no cediendo a presiones y haciendo el trabajo que Zoraida y Sánchez nunca quisieron hacer. Esto ha sido bien visto por la población, ya que por fin tenemos una fiscal de la Nación que responde al país y no solo a un sector. Aquello ha desatado las iras de Castillo y ha movilizado a sus empleados para emprender una campaña de demolición y desprestigio que, incluso con mentiras, pretendió sorprender a un semanario local.

Pero no solo sectores de Palacio de Gobierno han reaccionado con mucha inquietud; también muchos aliados privilegiados del anterior fiscal de la Nación en sus redes y medios han iniciado una campaña para intimidar a Benavides, quizás espantados porque las filtraciones de las que antes gozaban se reduzcan o quizás por que algunas investigaciones sobre corrupción, que tienen por protagonistas a sus jefes o amigos, por fin avancen. La histeria está desatada y ello ayuda a que muchos escépticos se den cuenta de sus intereses subyacentes.

Mi solidaridad desde esta tribuna democrática de Diario Expreso con la fiscal Benavides ante estos cobardes e interesados ataques y mi profunda convicción de que si su trabajo se mantiene en la misma línea institucional e imparcial, caerán por fin los intocables, empezando por el anticipadamente vacunado Martín Vizcarra, connotado corrupto pitufeador y coimero; responsable de una política sanitaria genocida, que provocó más de 100 mil muertes por covid en su mandato.

No quería dejar de señalar que Castillo se desploma desde los sectores populares en donde viene en franca e irreversible caída, según encuestadoras locales. Sin embargo el Parlamento también es presa del desprestigio y esto se acelera con sus torpezas. En esa línea hemos de afirmar que la ciudadanía ha sumado un nuevo elemento para perderle la fe al Congreso y es que luego de gritarle a Castillo el 28, al día siguiente algunos legisladores asistieron y departieron con la primera dama en el hipódromo, posando incluso para la foto. Algo aparentemente baladí, pero con una muy mala trascendencia simbólica.

Los congresistas de oposición que caen en estos errores no son conscientes de que no nos encontramos en un proceso Gobierno/oposición ordinario. Estamos frente a una auténtica coalición de organizaciones criminales frente a las cuales poco cabe el protocolo, menos en actividades que no son imprescindibles. Sin duda otra muestra de la inconsistencia política que grafica a casi todo el Parlamento.

Ojalá que el trabajo del Ministerio Público proporcione evidencias tan irrefutables que, a pesar de su voluntad, a 87 congresistas o más no les quede otra opción que votar por la vacancia del esperpento que desgobierna el Perú hace un año.

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