Cinco mujeres
El título de este artículo es políticamente incorrecto y debería merecer la censura y el cargamontón de los activistas, porque se refiere a las cinco congresistas que han sido denunciadas por robarles una parte de su sueldo a sus trabajadores.
Si se tratara de destacar las posiciones que ocupan hoy mujeres en diversos ámbitos –presidente de la República; fiscal de la Nación; presidente de la Cámara de Comercio de Lima; directora de Peru21–, nadie lo objetaría. Pero cuando se señalan los defectos de los que también adolecen las mujeres, al igual que los hombres, se ingresa a un terreno minado y lleno de peligros.
De hecho, el grupo de congresistas mencionado también tiene otra característica que no debería aludirse sin caer en la incorrección política: son provincianas. Como bien advierte Mario Ghibellini, eso desvirtúa especies como "que la gente de origen provinciano ostenta una nobleza escasa entre los capitalinos, o que las mujeres son, por razones providenciales, moralmente superiores a los machos de la especie". (“El Comercio”, 22/04/23).
Probablemente, debe haber congresistas varones y algunos representantes de Lima que también han incurrido en el delito que se les imputa a las mencionadas. Solo que todavía no han sido descubiertos. Pero el punto es que hoy en día hay una fortísima corriente de activistas feministas, transgénero, gais y racistas que pretende imponer –y lo están logrando– una ideología destructiva.
Como dice Douglas Murray, en un excelente libro, el objetivo constante de los activistas de la justicia social en relación "con la homosexualidad, las mujeres, la raza, lo trans, ha sido presentarlos como una fuente de agravios y defenderlos de la manera más incendiaria posible. Su deseo no es remediar, sino dividir; no aplacar, sino inflamar; no mitigar, sino incendiar. Una vez más, atisbamos aquí los restos de una subestructura marxista." ("La masa enfurecida: Cómo las políticas de identidad llevaron al mundo a la locura", 2020).
Un ejemplo muy reciente es el de Joanne K. Rowling (JKR), la exitosísima autora de las novelas de Harry Potter. Ella publicó un tuit el 2020 donde sensatamente rechaza a la ideología que sugiere que cualquiera puede identificarse como mujer, con lo cual se convirtió en blanco de los activistas trans.
Ahora que se va a filmar una serie de Harry Potter para la TV los ataques que recibe JKR son brutales. Un activista le ha dicho que ella "es básicamente la líder de la campaña del genocidio trans".
Y perseguirán a cualquiera que se involucre con la serie, acusándolos de apoyar las opiniones de Rowling: “Esta JKR es una tránsfoba. Si eres un miembro del elenco o del equipo de este programa eres culpable. Punto. Incluso los niños. No se deben mostrar excepciones ni piedad”. (ABC, 22.4.23).
El asunto es que, como dice Murray, la mayoría de veces se salen con la suya expulsando profesores de universidades, cesando a directores de medios, etc., que se atrevan a discrepar un milímetro de sus disparates.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.