Chismes de interés
Antesala previa, noticia reciente de un diario nacional: En Puno, “desnudo y atado a un poste de alumbrado público murió linchado el presunto delincuente Fermín Velásquez”. Estremecedor. Puno, junto con Apurímac y el sur andino viven sin ley. Desde la subversión hasta la delincuencia están en su vergel.
Ahora sí, vamos a los chismes que ilustran el ambiente que se vive al interior del gobierno. Mientras estamos preocupados por los efectos desastrosos del repetitivo fenómeno de El Niño, por la falta de empleo o la creciente inseguridad, en las altas esferas del Ejecutivo hay una gran ‘trompeadera’ entre el Premier Alberto Otárola y un personaje menor, Norman Quero, jefe del Gabinete Técnico de la Presidencia. Expareja de la ministra de Cultura. Pasó por varios ministerios de varios gobiernos, incluido el Midis de Dina Boluarte.
No hay enemigo chico. Llegó al Estado con el exministro Jorge Nieto. Su gran aliado en esta lucha interna es el comunicador Eduardo Guerrero, asesor del gabinete técnico. Trabajó con Pedro Castillo y José Williams. Quero es su jefe. Tiene denuncias por intentar quemar a su pareja y manejar ebrio. Otárola no es manco. Es un peso pesado, pero Quero es ‘chochera’ de Boluarte. El Premier tiene una relación tirante con Nicanor Boluarte, cercano al bando de Quero, que llega hasta la exasesora y empresaria educativa de la jefa de Estado, Grika Asayag. Digresión: ¿por qué los políticos no entienden que la familia debe mantenerse lejos del poder?
Lo cierto es que esta intensa pugna es contraproducente en un gobierno débil. Quienes la observan y la viven sostienen que se “van a matar”, perjudicando al tambaleante régimen que con sus yerros y las críticas de opositores y medios tiene suficiente. Boluarte debe saber que nadie se sostiene si todos los días los medios señalan sus carencias y metidas de pata. Las actas del consejo de ministros publicadas por un medio periodístico nos muestran una Presidenta silente, sin liderazgo.
Reunión de gremios empresariales con el MEF, PCM y otros ministros. Exposición monocorde del gobierno. Los asistentes preguntan por qué no está el ministro de Trabajo. No les responden, los ningunean. Se les pide posen para la foto. Los ejecutivos se negaron y se retiraron. Falta de tacto. Pero, recordemos que en el gobierno de Pedro Castillo nunca vimos tan ‘protestones’ a los empresarios. Es más, lo acompañaron en una gira a USA. Cosas del Orinoco.
El general (r) José Baella no aceptó ser ministro del Interior. Aún no hay reemplazo del censurado. Muchos desean que Boluarte se vaya ya, que renuncie. Difícil. Aunque se ha avanzado, todavía no se logra la bicameralidad ni la reelección de congresistas. ¿Imagina otro Congreso con ‘niños’ y ‘mochasueldos’? Falta también la destitución de la JNJ, liberar al Jurado Nacional de Elecciones del defensor de terroristas, Jorge Salas Arenas y limpiar al Estado del ‘vizcarrismo’.
Boluarte debe viajar al interior del país y tener más sensibilidad. Ir al norte para supervisar el problema de El Niño, que ya está presente. Visitar otros departamentos donde hay carencias. También encabezar la lucha contra el terrorismo, dejando en su puesto al actual jefe de Dircote. Se dice que no está preparada. Pero lanzarnos al vacío traerá más caos. Van seis presidentes en cinco años. ¡No mojen que no hay quien planche!
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