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Chinchero y los coreanos

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Fecha Publicación: 23/10/2019 - 21:20
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La convocatoria del nuevo Aeropuerto Internacional de Chinchero en el Cusco corresponde al Ministerio de Transportes y Comunicaciones a través de una licitación pública, pero dado que dicho antiguo proyecto tendría algunos problemas político-legales con el señor Presidente de la República, el MTC ha decidido encargar esta importante obra por el sistema de gobierno a gobierno, correspondiéndole este encargo al lejano país de Corea del Sur, y quitarle así cualquier responsabilidad e inconvenientes, al presidente actual y al Ministerio, que podrían tener utilizando el sistema abierto tradicional.

El sistema de gobierno a gobierno se ha empleado para llevar adelante los últimos Panamericanos 2019, donde efectivamente las obras llevadas a cabo fueron entregadas oportunamente, lo que permitió que el Comité Organizador, capitaneado por Carlos Neuhaus, pudiera llevar adelante sin mayores problemas y con éxitos deportivos los indicados Juegos, donde los dirigentes extranjeros y nacionales, público asistente y en general todo el Perú, expresaron que han sido los mejores y que han dejado una valla muy alta para los futuros Juegos.

Pero, a contramano, el sistema empleado deja de lado la soberanía que tiene que tener un país para manejar a plenitud los encargos recibidos de las máximas autoridades deportivas de América, y no cederlos a una empresa privada en representación del gobierno concedente, que no es el nuestro (en este caso el británico). Y además este sistema permita a la empresa privada contratada por el gobierno británico tomar las decisiones que estime conveniente sin control alguno de parte de nuestro país y mantener en reserva el monto contratado e inclusive todos los funcionarios extranjeros o nacionales que de alguna u otra manera intervienen en este programa estén protegidos–blindados de que las autoridades locales les abran investigación alguna sobre las decisiones tomadas.

Corrobora lo expresado que ningún ciudadano peruano, excluyendo a los integrantes en el sistema utilizado de gobierno a gobierno, haya podido leer el respectivo contrato, conocer el monto pagado a la empresa privada contratada y, a pesar de que el Estado peruano ha invertido alrededor de 1,400 millones de dólares en los indicados Panamericanos, no existe ningún funcionario, empleado, ingeniero, constructora o simples colaboradores que haya recibido una notificación proveniente de las diferentes instituciones técnicas o judiciales del país que realizan normalmente el control de calidad y del dinero público utilizado en cualquier obra, por más chica que sea y que se efectúe en el Perú.

Es cierto que nuestro sistema de contratación y control de las obras públicas tiene una serie de deficiencias que dan lugar a que se produzcan retrasos y adicionales, pero estos inconvenientes tienen que ser resueltos por las autoridades encargadas de disponer los controles y procesos a seguirse en las licitaciones públicas (OSCE), de tal forma que las obras contratadas se logren realizar en el tiempo y con la calidad prevista y, sobre todo, se eviten los sobreprecios.

De no lograrlo, en el corto plazo estaremos llenos de contratos de gobierno a gobierno, sistema que no tiene control interno y obviamente, con el blindaje que tienen en este sistema, los costos de las obras subirán y no existirán responsables.

Arturo Woodman