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Cero estrategia de comunicación

Fecha Publicación: 15/02/2020 - 21:30
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Desde esta columna no pretendo dar consejos, pero sí deseo hacer una reflexión sobre las crisis políticas del Ejecutivo sobrevinientes a la disolución del Congreso de la República, ya que claramente se percibe de éstas un común denominador: una deficiente, por no decir, pésima “estrategia de comunicación”, porque es claro que no teniendo en los últimos meses el contrapeso político del poder del Estado facultado para fiscalizarlo, el Legislativo, y pudiendo por tanto desarrollar sus acciones de gobierno sin mayores contratiempos, no han sido capaces de transmitir de manera efectiva qué están haciendo, a dónde quieren llegar al 2021, cómo quieren ser recordados, cuál será su legado, cuánto han avanzado, qué obstáculos vienen enfrentando como gestión, homogeneizar una respuesta clara, concreta, que deban decir y repetir todos los altos funcionarios del Gobierno, ante escaramuzas o conflictos que surjan en el devenir de la gestión, ser ellos propiamente los que coloquen los mensajes de cara a la ciudadanía, los que marquen la agenda nacional y no que lo mediático sea lo que les marque la pauta.

¿Quiénes son los genios del área de comunicaciones en el Ejecutivo?, ¿por qué permitir que el Presidente y los ministros reaccionen a destiempo y de forma aislada, frente a las dificultades o aprietos propios de su gestión?, ¿quiénes elaboran esas respuestas que se supone tienen carácter público, desconectadas entre un sector u otro, muchas de ellas, a la verdad surrealistas como en “modo navidad”, o visiblemente desenchufadas de la percepción pública, como la de negar que los cambios ministeriales de las últimas horas no obedecen al desaguisado del caso Odebrecht?

Llegando en casos a tapar un frente para abrirse otro.

Ciertamente esto no es de exclusividad de este Gobierno, lo hemos sufrido varios, incluido el de Ollanta Humala, del cual fui congresista y ministra de Estado, pero sin ánimo de confrontar, al menos en el quinquenio anterior, al margen de los temas que son materia de investigación, muchos de ellos anteriores a la gestión, habíamos ministros que dábamos la cara ante las crisis políticas, defendíamos las decisiones de Gobierno, hacíamos de pararrayos del Presidente de la República, comunicábamos lo que veníamos haciendo desde nuestros sectores, etc. Situación que no vemos ahora, salvo honrosas excepciones, pareciera que cada ministerio es una isla y que nadie está dispuesto a sobrellevar las cargas “los unos de los otros”, nadie quiere defender al Poder Ejecutivo como tal, se resisten a dar explicaciones claras ante un affaire, se percibe que cada quien se escuda en la comodidad de su despacho tras las prerrogativas de sus altos cargos.

Así las cosas, ¿no convendría una reingeniería al área de comunicaciones? o ¿tal vez estos no son los del problema, sino que su “plan estratégico” es resistido de acatar por el Ejecutivo? Más tarde que nunca lo sabremos.