Castillo: Más pobres en un país rico
El Gobierno de Castillo está marcado por la ilegitimidad legal y social. El conjunto de indicios que mostraban serios reparos al proceso electoral no fueron ni levantados ni desmentidos. Con ese origen, el Sr. Castillo inició los primeros días de su Gobierno. Dicho sea de paso con un mensaje a la nación que no tranquilizaba en absoluto por sus generalidades y despropósitos.
El eslogan central de la campaña del Sr. Castillo fue “No más pobres en un país rico”. Sus ofertas de campaña prometían borrar rápidamente la pobreza del país, sin precisar con claridad qué medidas nos llevarían a ese supuesto paraíso.
El país, y los más pobres vienen descubriendo -poco a poco- que las imprecisiones tenían que ver más con desconocimiento real de qué hacer en el Gobierno que con una estrategia de comunicación electoral. Los peruanos más pobres descubren que el gobierno del Sr. Castillo se parece más a una repartición de puestos de personas que no reúnen ni los requisitos profesionales ni la experiencia laboral para asumir puestos en el Estado, que a una toma del gobierno responsable para enrumbar al país hacia lo prometido. En buena cuenta podemos colegir que para el equipo de Castillo el Estado es un botín.
Mientras en el Perú real se viven escenarios bastantes complejos:
El balón de gas doméstico ha pasado los S/55.00.
La botella de aceite ha pasado de S/8.00 a S/13.50.
El precio del dólar subió hasta los S/4.15 encareciendo de inmediato todos los productos importados (alimentos, tintes, mascarillas, medicamentos, etc.) subiendo el costo de vida para los más pobres rápidamente en 3 semanas. Y es que con un cálculo bastante sencillo podemos darnos cuenta que el sueldo mínimo de un peruano antes de la llegada al poder del falso profesor campesino era alrededor de 260 dólares y en hoy es tan sólo de 220 dólares. Es decir una reducción de casi del 20% del cierto. Algo como repito afecta a los que menos tienen. Castillo no dice nada.
Gracias al silencio de Castillo, a la inacción de un Gabinete que en gran medida parece un atestado policial, a la ausencia de liderazgo, a la continuación de designaciones a impresentables con denuncias, hoy los pobres del Perú han aumentado.
Mientras los únicos pobres que están saliendo de lo pobreza parecieran ser las familias de las nuevas “autoridades”, de manera muy violenta el hambre cotidiana comienza a extenderse por miles de familias en provincias y en los AAHH. Los cientos de miles de comerciantes ven con desesperación e impotencia que sus márgenes de ganancia virtualmente se están evaporando. Hambre, desempleo e inflación son el signo de inicio de un gobierno cuestionado en su legitimidad de origen, que sólo parece concentrado en la distribución grosera de cargos públicos a parentelas y amistades oscuras.
¿Qué ha producido este desastroso inicio?: La demagogia de “No más pobres en un país rico”.
Gracias “Profesor” Castillo. No dude que el pueblo trabajador le hará llegar muy pronto -a usted y aliados- su firme y democrático rechazo.
Para más información, adquiere nuestra versión impresa o suscríbete a nuestra versión digital AQUÍ.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.