Callen y observen: Argentina reescribe su historia

En la sala del poder se decidía los primeros pasos para el cambio social y económico de Argentina. En las cuadras de la histórica avenida Corrientes, los acostumbrados al asistencialismo y a la ridícula y manoseada “justicia social”, realizaban –al igual que en Perú- esfuerzos inútiles para frustrar el debate que logró la aprobación de la muy comentada ‘Ley Bases’. ¿Estamos ante una nueva Argentina? Un nivel más sofisticado de recuperación económica podría dar el ejemplo a occidente: un modelo liberal de economía con reducción del control del Estado en el sector economía. Los socialistas no te quieren libre, te quieren obediente.

Me agrada asegurar que Javier Milei no tiene ninguna excusa para empezar a sacar a la Argentina del asistencialismo y dependencia del Estado en el que la izquierda empobrecedora los metió. Hablamos de un país donde el trabajo público se convirtió, en los últimos años -gobernado por la izquierda-, en el principal motor del empleo. Argentina vivía del Estado, el gasto público era un botín. Pero hoy Javier Milei le pone fin a ello. Ha logrado tener el control, pero no es absoluto.

La Ley Bases le otorga al presidente facultades extraordinarias por un año para decidir en materia administrativa, económica, financiera y energética. Es decir, el hombre debe demostrar de lo que está hecho. Seis meses después de iniciar un gobierno, esta norma, muy peleada en el Senado, le permitirá a Milei decidir sin pedirle permiso al Poder Legislativo. Asimismo, Milei lanza el RIGI: una serie de beneficios impositivos y aduaneros. Pero, lo más importante es que genera normas para proteger a las empresas del abuso del Estado. Está segunda medida es la clave para atraer capitales internacionales a la economía argentina, generar mayor empleo y riqueza. Esa es una excelente idea para Perú.

Milei va a privatizar diversas empresas del Estado. Pero esa no es la mejor parte. La propuesta más polémica, brillante y que definitivamente dará resultados, es que la Ley Bases determina la modernización del régimen laboral, permitiendo que los empleadores que formalicen a sus trabajadores adquieran beneficios tributarios. Argentina tiene más de una década de empleo privado.

Milei ha decidido eliminar las sanciones legales y económicas contra las empresas, y las indemnizaciones laborales que reciben los trabajadores que no están formalizados y laboran de forma independiente. Esta es una problemática muy grave en Perú. Cientos de trabajadores aceptan trabajar por un sueldo mayor al mínimo vital, algo que los beneficia ampliamente; pero cuando son despedidos, inician juicios contra sus empleadores por no haberlos “formalizado”. Este problema puede llevar a una pequeña empresa a la quiebra, pero eso no le importa al trabajador. Así es el peruano.

Milei busca hacer de Argentina un Perú 2.0. La situación del país del tango y la carne asada no es igual -ni de cerca- a la que atravesamos los peruanos hasta 1990. Los argentinos no están listos para vivir algo así o soportarlo. Por ello, la libertad de decidir qué hacer es mucho más valiosa que el control y asistencialismo. Necesitamos un presidente que defienda la libertad.

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