Cada 28 de julio

Los peruanos debemos recordar lo valioso de nuestro pasado histórico. Nuestros héroes, que en denodadas batallas dieron su vida con coraje y sacrificio por ser una nación independiente, merecen ser recordados y honrados.

Túpac Amaru, Micaela Bastidas, María Parado de Bellido, Francisco Bolognesi, el valiente Alfonso Ugarte, y el caballero de los mares, don Miguel Grau, son motivo de orgullo para cualquier peruano. Sin embargo, lamentablemente, muy pocos jóvenes los recuerdan o siquiera los conocen. Por otro lado, los nombres de valerosos policías y militares que combatieron el terrorismo han sido condenados al anonimato, héroes invisibles en los libros de historia. Así, el patriotismo es solo un ideal y permanece ausente en Fiestas Patrias.

Un aniversario más de nuestra independencia nos recuerda también las deudas por saldar con la población, las necesidades por las que atraviesan los peruanos que esperan de sus autoridades una gestión transparente y eficiente.

Sin embargo, las colas de los hospitales siguen siendo largas, aún hay colegios sin los servicios básicos, familias habitando las faldas de un cerro pasando el frío intenso de las noches, niños y adultos mayores olvidados e invisibles. Hemos cerrado el 2023 con 9,8 millones de peruanos pobres y 1,9 millones de pobres extremos, peruanos que esperan un mensaje a la Nación con temor de que sea más de lo mismo, porque los gobiernos pasan, pero su realidad permanece.

Nuestra patria es rica en recursos y posibilidades. En 2023, lo cerramos batiendo récord histórico en exportaciones, superando los 64,355 millones de dólares, siendo las pequeñas y medianas empresas las que concentraron el 69% de las exportaciones. Este año se muestra prometedor para miles de familias ante un inminente Tratado de Libre Comercio con China y un megapuerto de Chancay que dará miles de puestos de trabajo y beneficiará sobre todo a los pobladores de la provincia costeña. Una obra pública que se espera no decepcione como tantas otras que, a causa de la corrupción, se han convertido en elefantes blancos.

Este 28 de julio se presenta con aviso de protesta en las calles. Muchos peruanos decepcionados de la clase política salen a marchar, pero alzar la voz no es solo un derecho, también implica la responsabilidad de hacerse cargo de su voto. Así es, el derecho constitucional de elegir a sus autoridades pasa por informarse previamente, por leer hojas de vida y planes de gobierno, por saber por quién se vota.

Mientras no haya conciencia de ciudadanía, del rol importante que los electores cumplen en una democracia representativa, seguiremos repitiendo la misma historia.

Esperamos un mensaje a la Nación con un balance franco de los aciertos de la gestión así como de los errores, con propuestas concretas de solución en el ámbito económico. Se esperan mayores recursos, pero también mayor responsabilidad en la gestión pública. Es momento de cerrar las brechas de desigualdad y de generar las oportunidades que traigan bienestar a la población. Es momento de pararnos del banco de oro sobre el que estamos sentados y poner manos a la obra.

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