¡Cabeza fría, presidente Vizcarra, ante la duda, abstenerse!
“In dubiis, abstine” (“en caso de duda, abstenerse”), expresión latina que forma parte del Decálogo de los Notarios y en general de uso común en otras especialidades y es la que me permito invocar desde esta columna al Presidente de la República Martín Vizcarra, con respecto a la mentada disolución del Congreso, prerrogativa constitucional de un jefe del Estado cuando no se acatan los temas planteados por el Ejecutivo en una Cuestión de Confianza, teniendo como precedente la censura a un presidente del Consejo de Ministros, que es precisamente el tema espinoso que acapara la agenda nacional al cierre de la presente legislatura.
Y es que no existe consenso entre los jurisconsultos, incluidos los constitucionalistas, en el hecho de que, una vez otorgada la confianza, como efectivamente sucedió por el tema de Reforma Política compuesta por seis proyectos de ley, el Presidente de la República se erija en el ente que interprete el espíritu del legislador y las normas aprobadas por el Congreso en materia de Reforma Constitucional, como en buena cuenta lo son los citados proyectos, estando inclusive inhabilitado por la Carta Magna para observarlas.
A ver, la Confianza solicitada se otorgó, pero no existe la atribución expresa (y las facultades no se presumen), deben constar en blanco y negro, en este caso en la Constitución, para que de por sí y ante sí, un jefe del Estado meritúe estar conforme o no, con la aprobación final por el Congreso, de los textos planteados en una Cuestión de Confianza en materia específicamente de Reforma Constitucional, máxime también por un tema de “temporalidad”, porque la confianza fue otorgada hace siete semanas y el hacer uso de la figura de la disolución del Congreso se haría con bastante posterioridad.
Por más que sea impopular, al no alcanzarse consensos en materia de interpretación jurídica y en ese caso, ante la duda, de que a estas alturas sea correcta y legal la figura de la “disolución”, es mejor abstenerse, presidente Vizcarra; más bien, podría usted plantear otra Cuestión de Confianza en un tema más específico o llevarlo a referéndum para consulta popular y que sea el pueblo quien decida, pero ese sería ya otro escenario. No arriesgue usted la estabilidad político social que repercutirá en la economía del país y nuestra imagen internacional. ¿Que muchos personajes en el actual Parlamento se han ganado a pulso irse a sus casas? Sí, pero tomemos decisiones prudentes y con arreglo a la Constitución, no se exponga ante una controversia legal que de hecho va a darse, el ir preso, junto a los(las) ministros(as) que secunden su decisión.
¡Cabeza fría!