Breña: ¿por qué insistir con el error?

Tremendo bolondrón se armó al conocerse por un reportaje de ‘Cuarto Poder’ que el presidente Castillo sostenía reuniones en un inmueble de Breña, con autoridades, sindicatos y empresarios, cuya agenda no había sido registrada en el Portal de Transparencia como lo exige la normativa, como al inicio de su mandato, hechos que fueron cuestionados por entidades como la Defensoría del Pueblo y la propia Contraloría General de la República y que aún no han sido esclarecidos. Ante la contundencia de los hechos, se esperaban explicaciones del jefe del Estado, máxime si en las imágenes se capta la asistencia de la asesora de un consorcio proveedor del Estado. Las satisfacciones no llegaron, pero sí un mensaje a la Nación donde se apeló a la victimización, sin autocrítica ni medidas correctivas a seguirse en torno a la transparencia de la función pública. Esto exacerbó los ánimos de los legisladores y aquella moción de vacancia presidencial impulsada por Avanza País, que no llegaba a cuajar a falta de adherentes, de pronto adquirió fuerza y ya se habla que han obtenido las 52 firmas para su admisión a debate y, por ende, la convocatoria del mandatario al Congreso para ejercer su derecho a la defensa, en donde en teoría deberá levantar los cargos que se le atribuyen. No obstante, estimo que éste optaría por no ejercer ese derecho, no acudiendo ni enviando abogado, aconsejado quizás de que si lo hace convalidaría lo actuado por el Parlamento.

Si esa fuera la estrategia, de atrincherarse en su posición de víctima como otra vez lo ha hecho, señalando en acto público ante los ronderos, que lo quieren vacar porque su gobierno revisará los contratos celebrados con el Estado, aludiendo a cúpulas; ese gesto de inasistir podría ser tomado como un desaire a un poder del Estado y obtener las 87 firmas que sellarían su vacancia. Esta columnista desea que las aguas no lleguen al río y no se interrumpa el mandato constitucional de un jefe del Estado electo por voto popular, como dicta la Constitución, además de correrse el riesgo de entrar en una vorágine mayor de incertidumbre.
Hay que decirlo, la premier Mirtha Vásquez tomó el liderazgo del desaguisado de Breña, aunque un día después del mensaje a la Nación, anunciando medidas concretas sobre transparencia, colaboración con las investigaciones y el compromiso de que no habrá más atenciones por el jefe del Estado fuera de Palacio de Gobierno; no obstante, estos anuncios no han detenido la moción de vacancia y es que nada costaba al presidente Castillo haberlo hecho él y dejar las confrontaciones de lado. Ahora anuncia que convocará a dialogar a los representantes de los partidos con bancada en el Congreso, pero es difícil saber si estos acudirán. La crisis continúa.

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