Boluarte y su mensaje taimado

Varios me plantean la pregunta: “¿Otárola es quien realmente gobierna?”. Yo les he empezado a retrucar: “¿Alguien gobierna? Ojalá que alguien gobernara”. La tesis de un estratega detrás de los movimientos de la presidenta puede ser provocador para muchos, pero lo que realmente observo es que el desorden, la ausencia de brújula, los indicios de corrupción y la falta de autoridad son lo que caracteriza la administración de Boluarte. Y ello explica la innecesaria extensión del mensaje presidencial y el grupo nutrido de seguridad de la presidenta.

Y es que compensa la ausencia de ruta con la lectura de mil cosas que probablemente no se realizarán en su mensaje, para aparentar que sabe lo que está haciendo y lo que se requiere que haga. Del mismo modo la indecisión y debilidad del Ejecutivo se compensa con el innecesario alarde masivo de protección policial. Recordemos a Castillo llegar a Huancayo con miles de policías después de las protestas del 05/04/2022. El mensaje que Boluarte leyó el 28 de julio es taimado y busca ganar tiempo más que señalar algún camino.

En el mismo la presidenta ha buscado -y lo ha logrado en parte- que los medios, analistas, periodistas, etc., debatamos sobre la enumeración infinita de los temas fraseados. Un ejemplo de esto es la Petroquímica que César Gutiérrez ha criticado con bastante información y precisión. Un giro demagógico de Boluarte y que más tarde le puede estallar en la cara. También ha hablado de seguridad, de la prevención del “fenómeno de El Niño”, de inversión social, etc.

A pesar de exponer puntos técnicamente débiles como este tema de la Petroquímica cumple su objetivo que es que no hagamos incidencia sobre el momento social y político que vivimos y que nos acostumbremos y resignemos con el hecho de que ella y su socio en esta dinámica decadente de “sobrevivencia cruzada”, es decir, un Parlamento con un dígito de aprobación, gocen de su poder sin control alguno.

Es importante señalar la hipocresía del sector cerronista, puesto que a pesar de que frasea sobre revolución y Asamblea Constituyente se ha convertido, como me dijo el periodista Iván Arenas hace unas horas, en “la izquierda del establishment”. A ellos tampoco les conviene elecciones anticipadas. Van ganando posiciones, ahora tienen una vicepresidencia en la Mesa Directiva, han tomado la Defensoría del Pueblo, parece que también tienen Essalud e irán por un par de ministerios. No hay épica ni revolución alguna en su ejecutoria pública, sólo voracidad por el presupuesto estatal.

Lo del fujimorismo y su ausencia de olfato para estos menesteres es clamoroso y son los principales responsables de que suceda en esta etapa. Digo más, no solamente es miopía sino pequeñez de preferir oficinas, sueldos, quizás inserción de cuadros intermedios en la administración públicas y esas cuestiones por encima de lo importante para la patria. Keiko y su bancada son los responsables de asfixiar la posibilidad de elecciones adelantadas.

El entusiasta y cuasi genuflexo aplauso del Parlamento y la condescendencia de diversos sectores de la sociedad con Boluarte, me trae inquietantes recuerdos del alineamiento que sucedió con el lagarto Vizcarra, otro presidente sustituto.

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