Boluarte está siendo pulseada

Con el paso de los días, la violencia desatada en Puno por numerosos delincuentes pivotados al servicio de intereses antipatrióticos y separatistas busca recrudecer la crisis hasta forzar la renuncia de Boluarte. Sus planes radicales excluyen toda negociación o diálogo porque quieren desestabilizar el país. El periodista Tafur identifica a la ‘izquierda irresponsable’, como la culpable de mezclar todo lo inviable. Piden el cierre del Congreso, liberar al golpista y la Constituyente. Todo acaba en muertes, según ellos, por una represión excesiva de la Policia Nacional. Los tratan como robots asesinos cuyas vidas, sacrificio y función no tienen valor alguno.

La presidente Boluarte desvió sola el camino corto hacia orden con la separación de Liendo de la DINI. Esto instaló una percepción de debilidad. Desde entonces, la izquierda oportunista recorre los medios comunicación dando nombres para conformar una nueva Mesa Directiva del Congreso y sea esta la que asuma el gobierno. Significa para ellos la maravillosa oportunidad de regresar al poder, como lo confabularon con Sagasti. Yummy, yum… se relamen los labios de sólo imaginarlo: Susel, Sigrid, Chincha y otros. En el argot criollo, todos estos grupos están pulseando a la presidenta Boluarte. Están jugando a que su firmeza se quiebre pronto.

Puno sólo es el 2.8% del PBI de Perú. Tiene mucha anemia y la mitad la población no tiene luz, agua y desagüe. El 90% es informal y hay flujo de dinero sucio del contrabando, minería ilegal y narcotráfico. Pierden más de 120 millones de soles por cada día de desmanes y bloqueos de carreteras, según la Cámara de Comercio de Lima. Totalmente injusto debido a la manipulación de camarillas, auto-denominadas ‘pueblo’.

Una nueva Constitución no solucionará los problemas de Puno. La cantaleta de la Constituyente ya aburre. El pasado jueves, Puerto Maldonado alzó la voz para repudiar el vandalismo y a todas esas lacras delincuenciales porque paralizan sus ventas en los mercados, transporte, minería y demás actividades. ¿Qué está pasando con los agricultores y ganaderos de Puno? ¿El alcalde de Ilave les comprará toda su producción o preferirá seguir facilitando la violencia?

En Perú, la siguiente frase ha perdido sostenibilidad: “cuando se cierran las puertas de la democracia y libertad, se abren las puertas de la protesta y la violencia”. La razón es que se acabó la tiranía con la caída de Castillo. La protesta de Puno ha sido financiada por una economía ilegal con intereses políticos. Sus voces reclaman un proyecto identitario que busca participar del Estado para servirse del mismo y promover el proyecto de Evo Morales. Se les ve claramente el plumero.

El otorgamiento de la confianza al Gabinete Otarola está generando nuevas oportunidades, pero sólo si la presidenta Boluarte sabe mantenerse firme frente al atarante político violentista.

Entiéndase que firmeza es rapidez, precisión certera y dar la percepción de ímpetu para que cada organismo pueda proceder tal como se debe. Eso significa ver actuar con plena legitimidad de sus funciones a las Fuerzas Policiales y Armadas, Ministerio Público, Fiscalía, Poder Judicial y los demás organismos encargados de custodiar nuestro ordenamiento jurídico y restablecer la paz.

Si la presidenta Boluarte renuncia pasará a la historia como una traidora, sin honor público, ni mérito alguno. Más bien aguantar firme, la ayudará para que pueda legislar -conforme lo solicitó al Congreso-, reactivar la economía y traer modernidad para todo el Perú. Esto incluye a Puno, que necesita con urgencia más salud, educación y actividad económica. Entonces, la presidenta deberá convocar a la Iglesia, universidades y al sector privado para que apoyen a una reforma educativa, social y económica del sur del Perú. Presidenta, esa sí es una buena forma para que el apellido Boluarte pase a la historia y deje un buen legado a Chalhuanca.

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