ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Bolivia: elección bisagra que reordena el mapa andino

Imagen
Fecha Publicación: 16/08/2025 - 23:01
Escucha esta nota

Lo que emerge en Bolivia no es una contienda más, sino una elección bisagra que parece cerrar un ciclo de veinte años y abrir otro con efectos que trascienden sus fronteras. Las encuestas colocan a fuerzas opositoras en el primer lugar y muestran a un MAS fracturado, dividido entre lealtades rivales y apuestas tácticas. Si el resultado confirma esa tendencia y empuja a una segunda vuelta, el país vecino no solo reordenará su política doméstica: también moverá piezas en el ajedrez regional y en la relación con el Perú.
El viraje tiene raíces concretas. Bolivia convive con desabastecimiento de combustibles, inflación incómoda y un mercado cambiario dual, paradojas lacerantes en un país sentado sobre enormes reservas de litio. Dos décadas de hegemonía confundieron estabilidad con estancamiento, propaganda con gestión y clientelas con política social. Cuando el relato deja de pagar la canasta familiar, las mayorías viran. Y viran con una claridad que las élites suelen subestimar: exigen orden, crecimiento y libertad.
El eco se siente al sur del Perú. En sucesivas mediciones se aprecia un desplazamiento del electorado hacia opciones de centro-derecha, síntoma de fatiga con el radicalismo y de urgencia por resultados. Nadie posee un territorio ni un voto cautivo. El sur, tantas veces caricaturizado, confirma que los ciudadanos votan con la cabeza cuando la realidad aprieta el bolsillo y la inseguridad toca la puerta. Este dato es central para nuestros comicios de 2026: menos épica y más eficacia.
El giro boliviano reacomodará equilibrios continentales. La narrativa del “socialismo del siglo XXI” pierde tracción, mientras retoman aire el panamericanismo democrático, la defensa de la separación de poderes y la exigencia de derechos humanos sin sesgos. En ese contexto, el Perú debe evaluar con rigor la actuación del sistema interamericano y reclamar imparcialidad. La causa de las libertades no pertenece a ninguna trinchera; su legitimidad se sostiene en estándares uniformes y no en afinidades ideológicas.
Para Lima, las tareas son inmediatas. Primero, tender una agenda bilateral de Estado con el nuevo gobierno en La Paz: seguridad fronteriza, lucha contra el contrabando y el narcotráfico, corredores logísticos y encadenamientos productivos alrededor del litio y otros minerales críticos. Segundo, blindar una política exterior de principios: respeto a la soberanía ajena, firmeza frente a las injerencias y claridad en la condena a la violencia. Tercero, aprender: los ciclos hegemónicos se agotan donde la economía languidece y la justicia se instrumentaliza.
Un eventual gobierno de centro-derecha en Bolivia no tendrá margen para el triunfalismo. Heredará cuentas complejas e instituciones erosionadas. Pero sí puede ofrecer lo que la región demanda: reglas claras, disciplina fiscal, apertura a la inversión, respeto a la propiedad y combate frontal a las mafias. Si además impulsa una industrialización del litio transparente y competitiva, la recuperación podría ser más rápida de lo previsto. La clave estará en gobernar con técnicos, datos y metas verificables.
En el Perú, el mensaje es inequívoco. El 2026 no admitirá improvisaciones: necesitamos reformas de productividad, simplificación regulatoria para pymes, infraestructura con integridad, seguridad ciudadana sin discursos y educación que prepare para la economía real. La política que no entrega resultados será reemplazada; esa es la lección que llega desde el altiplano.
Conviene, por último, la prudencia republicana. Celebrar el fin de una hegemonía no legitima nuevas tentaciones hegemónicas. El antídoto contra los caudillos no es otro caudillo, sino el Estado de derecho: instituciones firmes, prensa libre y controles efectivos. Si Bolivia cierra con inteligencia su ciclo y el Perú capitaliza el reacomodo andino, ambos países podrán cooperar, competir y crecer. La región no necesita salvadores: necesita gobiernos serios. Ese es el verdadero cambio que, aquí y allá, la gente ya está exigiendo.

Mira más contenidos en Facebook, X, Instagram, LinkedIn, YouTube, TikTok y en nuestros canales de difusión de WhatsApp y de Telegram para recibir las noticias del momento.