Bloque vizcarrista embarra selección del TC
La coalición vizcarrista (bloque de periodistas, fiscales, caviares, comunistas y ONG’s adictos al Gobierno, como bien ha descrito Fernando Rospligliosi) ha hecho de todo los últimos días para embarrar la selección de seis nuevos miembros del Tribunal Constitucional.
Primero, inventaron una supuesta celeridad en el proceso de elección, pese a que en noviembre de 2018 el titular del TC, Ernesto Blume, le había pedido a Daniel Salaverry, presidente del Congreso en ese entonces, que inicie la designación de los tribunos. Sin embargo, no se hizo más que acordar la conformación de una comisión especial y que los postulantes serían invitados. El mandato de los seis magistrados venció el pasado 3 de junio y no hubo novedad. Tuvo que llegar Pedro Olaechea para comerse el pleito y desempolvar este asunto que convenientemente Salaverry -aliado de Martín Vizcarra- jamás quiso ver.
Y claro que este TC ha beneficiado a Vizcarra: ¿acaso la mayoría caviar del TC (Espinosa-Saldaña, Ramos, Ledesma y Miranda) no abrió la puerta al transfuguismo en el Parlamento, al permitir que los congresistas renunciantes “por conciencia” puedan formar microbancadas? ¿Acaso no es esta misma collera la que asegura que Vizcarra puede presentar una cuestión de confianza por su proyecto de adelanto de elecciones al 2020? ¿Acaso no dejó sin efecto la ley que prohibía la publicidad estatal en los medios, sin ofrecer una alternativa intermedia?
Luego, usaron los ‘CNMaudios’ -como se siguen empleando para mantener enjaulada a Keiko Fujimori- para quebrar la candidatura de la abogada Carmela de Orbegoso, quien por haber sostenido una conversación inocua con César Hinostroza ha sido lapidada por el cartel mediático. A De Orbegoso le ganó el miedo al periodicazo y negó una evidente amistad con Hinostroza, con lo que la coalición vizcarrista triunfó: un candidato menos.
También consiguieron deslegitimar a Wilber Medina por haber defendido al fallecido expresidente Alan García, cuando, paradójicamente, el exabogado de Alejandro Toledo se ha convertido en el gurú del Derecho y, por consiguiente, el caserito de los medios gobiernistas. Otro candidato menos.
Al letrado Ernesto Álvarez Miranda, incluso, lo quisieron invalidar sin éxito porque opinó -¡como lo han hecho los constitucionalistas más importantes del país!- que Vizcarra no podía presentar cuestión de confianza por proyectos de reforma constitucional. ¿Ya no hay, acaso, libertad de expresión en este país?
Finalmente, ‘Cuarto Poder’ le puso el último domingo la cereza al pastel: difundió un audio editado de una presunta reunión de los fujimoristas Miguel Torres, Rosa Bartra y Úrsula Letona, y el aprista Javier Velásquez Quesquén, en donde se trató el tema del TC. “Repartija”, gritó indignada la coalición vizcarrista, pese a que lo único sobre lo que se conversó fue la instalación de la comisión especial encargada de elegir a los candidatos al máximo intérprete de la Constitución.
No hay absolutamente nada en el fondo, pero sí en la forma en este caso: ¿quién está espiando a los parlamentarios en pleno Palacio Legislativo? ¡Esto es gravísimo! ¿Es coincidencia que, tras la difusión de este audio, haya salido el ministro de Justicia, Vicente Zeballos, a pedir la suspensión de la elección de tribunos? ¿Es coincidencia que las bancadas vizcarristas hayan salido en pared a reclamar la nulidad del proceso? ¿Es coincidencia la demanda de amparo del IDL y allegados en contra de Olaechea para el mismo fin?
Otrosí: La justicia española ha reiterado que no se puede hablar de la existencia de la organización criminal ‘Los Cuellos Blancos del Puerto’, puesto que la Fiscalía peruana no ha podido determinar los cargos de cada “hermanito” ni la mecánica operativa de la banda. Aquí solo hay un grupete de malos magistrados que intercambiaron ilegalmente favores y deben responder por ello.