Betssy Chávez: sin poder no hay paraíso

Sucede algo bastante común e identificable en los socialistas que adoran generar el caos: la victimización. Después de ser temerarios, viene la carita de gato con botas y las lágrimas de derrota que, definitivamente, nadie cree. ¿Nadie le ha dicho a un socialista que un líder jamás se humilla? Un líder no llora pidiendo clemencia, no persuade con lágrimas, no se rebaja ante sus adversarios. Un líder, querida Betssy, defiende sus ideas; incluso al pie de la guillotina.

Y si se debe cambiar de forma de pensar, lo hace; sí debe detenerse un momento a pensar si la decisión es correcta, lo hace; si debe ofrecer disculpas, lo hace. Pero un líder jamás se humilla.

¿Qué significa para una joven mujer de 34 años de edad pasar un año y medio en prisión? ¿Cómo se hace para tener la mente enfocada en una solución cuando tu realidad es deprimente? Qué ironía nos lanza la vida a todos y cada uno: Betssy Chávez está cumpliendo dieciocho meses de prisión preventiva en la misma cárcel en la que estuvo Keiko Fujimori. Un encarcelamiento que cada socialista con el fanatismo de un seguidor del “Che” Guevara aplaudió. La Fiscalía tiene mayores pruebas contundentes contra Betssy Chávez que contra Keiko Fujimori.

Burlarse de la desgracia ajena no es nada divertido, ¿cierto? El karma llega a todos y Betssy Chávez experimentará lo que sus enemigos políticos pasaron en su misma situación. La excongresista y mujer de confianza del gabinete del intento de presidente que tuvimos es identificada como una política agresiva y con cero capacidades para negociar. El resentimiento convierte al ser humano en un arma agresiva y nada estratégica. Esa arma hizo explosión el día que Pedro Castillo intentó destruir el país. Sin embargo, incluso para saquear se tiene que ser muy inteligente, de lo contrario terminas llorando y rogando como Betssy Chávez por su libertad.

“Sin tetas no hay paraíso”. Esto funciona para la farándula y bastante bien. Pero en la política, sin poder no hay paraíso, y si eres de izquierda ese paraíso se esfuma en segundos, porque aquellos que usan la bandera de la “moral” y “defensa de los pobres” para escalar en la sociedad son los primeros que pierden todo ese capital que intentaron construir bajo utopías, mentiras y aprovechamiento de la ignorancia política y social de millones de peruanos.

Un socialista es agresivo, temerario, amenazante, violento; no le importa destruir todo y a todos. Y sólo para lograr un objetivo: el poder. ¿Podemos creer en las lágrimas de un socialista? Jamás. ¿En qué lágrimas creo yo? En las de miles de peruanos que perdieron su capital, sus trabajos y oportunidades de generar riqueza durante el vandalismo que generaron los socialistas cuando despertaron y se encontraron sin el poder. Lo perdieron porque no tienen y jamás tendrán la inteligencia para gobernar un país; mucho menos para liderarlo.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.