Belleza interior

La belleza es una apreciación subjetiva del ser humano, porque nace de la percepción de cada uno, el valor que le adjudicamos, se encuentra dentro del interior de la persona, de la forma que lo procesa, puedo mirar la naturaleza en su conjunto, empero, es importante ver qué nos produce en nuestro interior, calma, tranquilidad, paz, admiración, reflexión, regocijo, libertad, para que tenga sentido de trascendencia y puedan expresarse con las personas que interactúo, la belleza no es estática, es dialéctica, dependiendo con el cristal que se vea.

Una persona puede ser bella en apariencia por los dotes que la naturaleza le ha otorgado o el cirujano plástico con su bisturí ha moldeado, pero esa belleza física con el transcurrir de los años se marchita, se acaba, se extingue y solamente perdura y permanece la belleza interior, que se forma desde que el ser humano se encuentra en el vientre materno y se extingue con la muerte, quedando como referencia las buenas acciones, que se imitan de generación en generación.

Forma parte de la belleza interior, los contenidos, la espiritualidad, la humildad, la sencillez, la sensibilidad, el valor que le damos a las personas y a las cosas, el don de gente, el desprendimiento de lo material, el quitarse el pan de la boca y dárselo al necesitado, no solamente es suficiente orar ante Dios y pedirle que los ayude, si te tiene a ti, para que lo hagas sin esperar nada a cambio, el escuchar a las personas y darle unas palabras de aliento, tener fe y convicción de las cosas que hacemos desinteresadamente, enseñarle a los alumnos los conocimientos que uno sabe con la esperanza que ellos van a ser igual o mejores que el maestro, darle a los hijos las herramientas necesarias para que sepan afrontar la vida en forma independiente y no sean dependientes emocionales, porque no les permite desarrollarse y sentirse libres con el riesgo que no surjan y sean una carga para la sociedad, enseñarles a las personas que la vida tiene un solo sentido, seguir adelante, que el pasado no te paralice, el futuro no te angustie, saber vivir el presente, enseñar a las personas que están a cargo de uno, apreciar y escuchar música, una pintura, un abstracto, un desnudo, ejercitar el cuerpo y la mente, estimular la lectura, ver una buena película, una obra de teatro, aprender a solucionar los conflictos, darse cuenta que las personas poseen talentos y limitaciones, unos son más inteligentes que otros, pero tendrán otras habilidades, unos más agiles y otros más lentos, enseñarles que todo tiene su tiempo, ni antes ni después, en el momento que le corresponde, el valor a la pareja, a los padres, a los hijos, a la familia, todos tienen un lugar determinado en la vida y desde esa perspectiva hay que mirar a la persona y las cosas, todos se merecen respeto, oportunidades, si no sobreviene la envidia, el celo, la insatisfacción, frustración, resentimiento y la maldad.

Hay que enseñarles a las personas que somos un saco lleno de todo, virtudes y defectos, triunfos y derrotas, éxito y no éxito, grande y pequeño, somos como una piedra en bruto que con el desarrollo de nuestra existencia debemos pulirla hasta lograr ser luz en el camino y ayudar a las personas encontrarse a sí mismas, porque si no logras ese estado existencial nunca podrás ayudarte, menos a otras, por eso la esencia es la verdad de quién eres, a dónde vas, qué quieres lograr, qué es ese algo que te falta para ser tú mismo, la verdad no existe por sí misma, se construye, entendiendo y comprendiendo que tu derecho termina cuando comienza el derecho de los demás.

La belleza interior se cultiva, enséñale a tus hijos a leer libros, a aprender un instrumento musical, un idioma, un deporte, el respeto a uno mismo y los demás.

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