Autoridad, ley y orden
Para que las sociedades de cualquier Estado, progresen, desarrollen, encuentren un equilibrio de poderes, donde reine la paz, seguridad, respeto, integración, proyectos de vida, necesariamente la autoridad debe estar investida de carácter, asertividad, fortaleza, decisión, equitativo, sentido común para no incurrir en el abuso de la autoridad, que no solo le compete a la persona que dirige un país, congreso, región, alcaldía, prefectura, fuerzas armadas y policiales, jueces, fiscales, maestros, padres de familia, jefes laborales, grupos humanos que se asocian con una finalidad sin fines de lucro o viceversa, siempre la autoridad va a estar presente para resolver los intereses de los grupos y se necesita un perfil de personalidad que los haga desarrollar, cumplir con sus fines, metas y objetivos, debe poseer la llama del guerrero que nunca se apaga, porque siempre existe en el pensamiento alternativas de resolver las cosas en beneficio de un país, sociedad, escuela y familia.
La autoridad es aquella luz en el camino que alumbra siempre el sendero a seguir, si no fuera así surgiría la anarquía, el desorden, la rebelión e insatisfacción de las sociedades. Por eso, hay que saber decir las cosas y ejecutarlas. Sin ir muy lejos, los padres sin autoridad, hacen desarrollar hijos débiles, un maestro no solo es importante conocer su curso si no también a los alumnos, un presidente que no tiene capacidad de gestión lleva al país al caos, un policía que no cumple sus deberes y obligaciones expone a la sociedad a hacer justicia por sus propias manos, el juez que imparte justicia favoreciendo a la otra parte internaliza odio a la sociedad.
Cada ser humano tiene un rol en la sociedad y debe hacerlo de la mejor manera no pensando en él si no en la sociedad que construye. La ley es dura pero se cumple, “les dura les” y cuál es su finalidad, que toda persona que vive en una sociedad se encuentra en la obligación y deber de sujetarse a ella, bajo sanción al incumplir la misma. Por eso, es tan importante que una sociedad comprenda, entienda, acepte que debe respetarse la ley porque regula derechos, deberes y obligaciones y que su incumplimiento genera una sanción administrativa, civil, penal o constitucional, por ejemplo los tributos son impuestos, contribuciones, tasas, pero en nuestro país solo tributan el treinta por ciento y los demás son omisos.
¿Por qué?, no existe una política del Estado, que permita que todo trabajador tribute de acuerdo a su capacidad de ingreso per cápita, pero no lo hace, siendo las consecuencias un menor ingreso al Estado, no permitiendo que el país se desarrolle.
No solo la autoridad y la ley son importantes, también el orden en que se prioriza la ley, que es impartida por la autoridad, tenemos como ejemplo nuestro propio país que se encuentra convulsionado debido a los intereses personales de las autoridades, no existe otra explicación, pero frente a esta realidad social como en caso de las mineras, debe existir un orden prioritario de ejercer la ley por la autoridad y tener un control social con firmeza y decisión, de lo contrario la ignorancia se aprovecha del poder. Concluyo este trazado diciendo: “Es preferible para un pueblo tener malas leyes pero buenos jueces, que tener buenas leyes con malos jueces”.