ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Ausencia de la lectura en la educación superior

Imagen
Fecha Publicación: 15/02/2024 - 22:00
Escucha esta nota

El título del presente artículo resulta sugestivo, empero tiene la intención de advertir a la comunidad académica, respecto a un problema que cada vez más se profundiza en nuestra sociedad y guarda relación con la exponencial pérdida de la costumbre o capacidad de la lectura de nuestros educandos en todos los niveles, particularmente en el ámbito universitario.

El panorama de la educación superior muestra una realidad alarmante, porque la capacidad de lectura entre los estudiantes universitarios, experimentó un declive notable, tendencia que se tornó ostensible en el último lustro, marcado en gran medida por el problema del COVID-19 y sus secuelas.

La referida problemática no característica particular de la realidad peruana, sino que trasciende las fronteras generando inquietud en la región latinoamericana, este fenómeno no solo afecta en el rendimiento académico, sino que también expone cuestionantes sobre el futuro de la educación y el desarrollo intelectual de las próximas generaciones.

Sobre el tema aludido, conviene citar a Adam Kotsko, profesor asistente de North Central College de Illinois. El emblemático educador advierte que la resistencia a la lectura no es un fenómeno nuevo, pero que se exacerbó notoriamente en el contexto actual. Éste señala que tradicionalmente asignaba alrededor de 30 páginas de lectura por clase, una expectativa que ahora parece desalentar a sus estudiantes, quienes se muestran “intimidados” por textos de más de 10 páginas y luchan por comprender lecturas de apenas 20 páginas.

Advertido este declive en la resiliencia lectora, el personaje de marras pretende mostrar que se está materializando una pérdida de aprendizaje muy real, la cual comenzó incluso antes de la pandemia y tiene sus orígenes en la escuela porque es allá donde deberían haber adquirido una competencia lectora básica. Lamentablemente el problema persiste y se profundiza, exponiendo una preocupación justificada sobreviniente, imponiendo además el deber de indagar respecto a las causas subyacentes de esta tendencia.

En el afán de identificar precisamente determinadas causas del problema expuesto, nos encontramos con el tema de los smartphones como principal medio de lectura y un estilo de pedagogía centrado en “enseñar para el examen”, prevalente durante décadas en la educación primaria y secundaria.

Por otro lado, tenemos a determinadas “tendencias educativas” como el “movimiento de alfabetización equilibrada” que desplazó la enseñanza de la fonética en favor de la comprensión lectora, una forma de alfabetización basada en “vibras”, donde a los estudiantes no se les instruye adecuadamente en la pronunciación de palabras desconocidas, problema que se agudiza por la interrupción constante de la experiencia lectora debido a la incapacidad cultivada intencionalmente para procesar palabras desconocidas, así como la adaptación de los docentes a esta realidad, los que, de manera cómoda asignan extractos más cortos en lugar de fomentar una educación genuina.

Si bien existen opiniones en sentido de que la tecnología puede constituirse en una herramienta efectiva para el avance educativo, empero subyace la importancia de un enfoque equilibrado que integre la tecnología en el aula de y enriquezca la experiencia de aprendizaje, en lugar de socavar las habilidades y virtudes de la lectura comprensiva.
El problema está expuesto y la solución requiere el esfuerzo concertado entre educadores, tecnólogos, así como los responsables de las políticas educativas, en este caso el Estado, en la idea de revaluar y rediseñar los métodos de enseñanza, a efecto de incentivar la lectura en los educandos como una forma de profundizar el aprendizaje.

Esta responsabilidad nos incumbe a todos, nadie debe sentirse eximido de la obligación de contribuir a su solución, porque todos de una u otra manera tenemos un determinado grado de responsabilidad (padres de familia, maestros de escuela, docentes universitarios, autoridades estatales). Todos consentimos el rechazo a la lectura de nuestros educandos, soslayando el criterio de que la educación sigue siendo el instrumento más efectivo para alcanzar el desarrollo de los pueblos.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.