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Así siempre con los tiranos

Fecha Publicación: 23/12/2019 - 21:30
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La inmunidad parlamentaria existe en todas nuestras constituciones de los siglos XIX, XX y XXI. En virtud de ese principio recogido en la actual, los congresistas, senadores o diputados viven una regla: la contenida en el artículo 134° la cual dice que el Presidente de la República está facultado para disolver el Congreso si ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros. Lo cual no ha sucedido ahora. El decreto de disolución contiene la convocatoria a elecciones para un nuevo Congreso, dichas elecciones se realizan dentro de los cuatro meses de la fecha de disolución, sin que pueda alterarse el sistema electoral preexistente.

No puede disolverse el Congreso en el ultimo año de su mandato. Disuelto el Congreso, se mantiene en funciones la Comisión Permanente, la cual no puede ser desmantelada. No hay otras formas de revocatoria del mandato parlamentario. Bajo estado de sitio, el Congreso no puede ser disuelto. La violación más flagrante de la inmunidad parlamentaria fue en 1932 cuando la tiranía sanchezcerrista decidió, manu militari, sin previo proceso penal alguno, arrestar y expulsar del país a todos los miembros de la célula parlamentaria aprista. La integraban los cc: Agustín Vallejos Zavala, Alva Díaz, Luis Heysen, Enrique Avila, Manuel Arévalo, Carlos Manuel Cox, Carlos Godoy, Alcides Spelucín, Américo Pérez Treviño, Miguel Cuculiza, Alfredo Baluarte, Carlos Showing, Arturo Sabroso, Manuel Pérez León, Pedro Muñiz, Luis Alberto Sánchez, Manuel Seoane, Arístides Guillén, César Pardo Acosta, Julio Acosta Cárdenas, Héctor Morey Peña, Raúl Cáceres, Ismael de La Peña, Gabino Bueno, Juan Arce Arnao, Gustavo Neuhaus y Toribio Sierra. El secretario general de la célula era Raúl Cáceres, Pérez León secretario de economía y Arce Arnao secretario de disciplina. El c. Haya de la Torre fue asiduo en su asistencia a las sesiones de la célula, donde disertaba sobre la amenazada inmunidad parlamentaria.

Así tenemos el caso por el cual la inmunidad se fue al trasto; a raíz del arresto y deportación de la célula y eso debido al tiranuelo general Miguel Sánchez Cerro. Por todos sus desmanes ese siniestro régimen fue llamado por Federico More “el gobierno de la zoocracia y el canibalismo” y por eso Sánchez Cerro sufrió dos atentados, el primero en Miraflores del cual se salvó y el segundo en el Campo de Marte donde murió asesinado por el c. Abelardo Mendoza Leyva. “Sic semper tiranis”.