Así actúan los conspiradores
La forma más certera de compulsar las razones de cualquier hecho político es sopesar en frío los comentarios de la elite politiquera, al día siguiente de que estos ocurren. El caso del expresidente Pedro Pablo Kuczynski es un ejemplo. La prisión preliminar que dictó el juez José Chávez Tamariz a pedido, cuándo no, del inefable fiscal Domingo Pérez, causó el revuelo que deseaban sus autores intelectuales: la cúpula politiquera manejada por la progresía caviar. Con efecto inmediato, el país dejó de hablar de Las Bambas; del escándalo de los textos pornográficos y pervertidos incluidos en los libros escolares para satisfacer el morbo sexual de la ideología de género; de la caída en las encuestas del desorientado presidente Vizcarra; de la apresurada desaceleración de la economía; de los rebrotes de la corrupción tras el contrato firmado por el engreído de Palacio de Gobierno, el alcalde Jorge Muñoz, con la corrupta constructora Graña y Montero; etc. Todo ello quedó atrás, vista la parafernalia jurídico-policial montada por el apparátchik que dirigen los fiscales Vela Barba y Pérez, desesperados por retomar figuración. Aunque esta vez impelidos por la urgencia estratégica de construir cortinas de humo para esconder al adefesio de gobierno que, precisamente, ha enquistado en nuestro país la progresía marxista que manda sin haber sido elegida por el pueblo.
Por sus frutos los conoceréis. Los progres marxistas –caviares– tienen la consigna de apelar a todas sus habilidades de intriga, desinformación y engaño para consolidar a aquellos gobernantes improvisados, medianos y endebles que son incapaces de dirigir los destinos del país. Esto porque, aparte de ser necios, carecen de un equipo propio de operadores políticos. Entonces sucumben ante los cantos de sirena de los caviares que se ofrecen a ayudarlos a cambio, eso sí, de que se les ceda todos los resortes del poder. Sin embargo, este respaldo de los caviares será hasta que ellos encuentren un resquicio de posibilidad para hacer eso mismo con otro aventurero de la política que tenga empatía popular, que lo rodeen algunos franeleros que hablen de democracia, y que levante dinero para la campaña presidencial venga de donde viniere. Entonces los caviares propiciarán que su anterior mecenas entre en caída libre, convirtiéndolo en carne de cañón para sus opositores, Y así arrancará un nuevo ciclo de poder absoluto para ellos, sin haber recibido un solo voto de la ciudadanía.
Corroborando todo lo anterior, la edición de ayer de El Comercio fue de náusea. Tras haber fungido de escudero de Kuczynski este grupo publicó una portada corrosiva contra su anterior paradigma, y sendas páginas con informaciones destructivas contra él. Entre ellas aparecen unas declaraciones de Gino Costa, notable progre marxista otrora hueleguisos de PPK. Con rostro desencajado, este desleal lamentaba así la situación de su ex ídolo: “Tengo confianza en los fiscales (…). El ex presidente faltó a la verdad sobre su vinculación con Odebrecht (…). No es para alegrarse pero sí para reconocer que nuestra fiscalía viene investigando sin limitación alguna (…)”. Así actúan estos conspiradores que manipulan al régimen vizcarrino.
