Asesinatos en Bagdad
Ayer un motociclista armado asesinó a la famosa tiktoker e influencer de Instagram, Ghufran Mahdi Sawadi, más conocida en las redes como Om Fahad (o Um Fahad), es decir “mamá de Fahad”. Tenía centenares de miles de seguidores atraídos por vídeos en los que aparecía con ropa ajustada, bailando y moviéndose sugerentemente al ritmo de música iraquí. El año pasado un tribunal la condenó, en primera instancia, a seis meses de prisión por publicar “videos con intenciones indecentes y que atentan contra el pudor y las costumbres públicas”.
El gobierno promovió el año pasado, también, una campaña para perseguir en las redes todo contenido decadente que atente “contra la moral y las tradiciones”. Para esa censura fue establecida una plataforma en la que los mismos internautas denunciaban toda publicación ‘inadecuada’. Varias influencers fueron encarceladas u obligadas a disculparse por sus publicaciones, que las más de las veces eran bailes o sketches humorísticos.
Sawadi no es la primera famosa en redes sociales muerta a tiros en Bagdad. Apenas el año pasado, Noor Alsaffar (“Noor BM”), un joven transexual con miles de followers fue también asesinado. Años antes, en 2018, la modelo y también influencer Tara Fares fue muerta a bala, mientras manejaba su convertible por una estrecha calle de Bagdad. Tenía 2.7 millones de seguidores en Instagram, donde aparecía con diferentes vestuarios, mostrando sus tatuajes y enseñando cómo maquillarse. Tara era una mujer del siglo XXI, libre y por ello controvertida. Tras su muerte, no faltaron los musulmanes que la calificaron de “prostituta” en su propia página de Instagram, pero la gran mayoría la defendió y lloró por ella.
En el Irak actual los tatuajes son considerados una declaración radical, un grito de libertad o sabrá su profeta Mahoma qué. Tara lucía varios, uno de ellos era una frase en árabe, bajo su cuello, que decía “incorruptible” (Ma yizhak reeh). Como hacen muchos jóvenes iraquíes, sin tomar en cuenta los riesgos, Tara expresaba sus opiniones políticas, especialmente sobre las libertades individuales. Estaba segura de que la seguían para matarla. Y así fue. Estas jóvenes mujeres asesinadas como el muchacho trans crecieron bajo la era del terror de Al Qaeda. Parece que ni con la ejecución de Sadam Husein se ha logrado el cambio esperado.
El asesinato de ayer, el de la tiktoker Om Fahad, fue perpetrado en el barrio de Zayoona donde en 2020 fue muerto a tiros por Hezbollah, el investigador Hisham al-Hashimi, experto en seguridad y especialista en terrorismo del Estado Islámico (Isis). Previamente a la invasión estadounidense de 2003, el vecindario era hogar de los principales líderes militares y una zona elegante de Bagdad. Hoy varios líderes de las milicias se han establecido allí, y qué entenderán cuando leen su corán.
Dicen que Bagdad es una bomba de tiempo y que en cualquier momento sucede, siempre, algo espantoso. Lima no es Bagdad y a cada instante asesinan a cualquiera, hasta por diversión o exceso de cerveza.
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