Arista debe renunciar al MEF
Apenas juró como ministro de Economía, publicamos un artículo en el que mencionábamos que, vista la experiencia con el anterior MEF un “tema crucial con el que tendrá que lidiar Arista es el tema fiscal, para lo cual no deberá volver a superarse nuevamente el techo fiscal aprobado, a pesar del truquito de adelantar los dividendos que se debía de recibir del Banco de la Nación y que mereciera una “Clara advertencia” de parte de la calificadora Moody´s” (artículo del 29.01.24). Sin embargo, el MEF Arista ha tirado la toalla mucho antes de lo que se pensaba y ha admitido que no cumpliremos con la meta fiscal por segundo año consecutivo. Es que ha cedido a muchas presiones, siendo una de ellas PetroPerú, a pesar que ahora tiene la mayoría en su Junta de accionistas (60%). E inclusive su presidente, Carlos Linares, tuvo que renunciar luego que la Contraloría lo sancionara con una inhabilitación para el ejercicio de la función pública por dos años y cuatro meses. Lo que confirma lo que anunciáramos: Arista no sabe escoger a sus colaboradores en los puestos más delicados. Y la crisis de la petrolera dista mucho de haberse solucionado. Asimismo, cede ante las demandas de Boluarte, como por ejemplo los S/ 100 millones otorgados al amigo de la mandataria para un estadio en Ayacucho. Operación por la que la Contraloría intervino el MEF por el DU que transfirió dicho monto al Gobierno Regional de Ayacucho, el que fue financiado con la reserva de contingencia. De otro lado, Arista tampoco ha sabido defender el modelo económico ante las barbaridades que aprueba el Congreso, como la Ley que autoriza el último retiro de las AFPs, la que ni siquiera mereció una crítica del MEF. Además no sabe manejarse ante los medios de comunicación, como lo reveló su última entrevista en RPP, en la que manifestó que “el gobierno no tiene ni siquiera un congresista del partido de gobierno que esté en el Congreso. Entonces no tiene la fuerza suficiente para generar un balance en la parte política. Definitivamente, es un gobierno débil”. Siendo posteriormente desautorizado por la primera mandataria: “no somos un gobierno débil”. Por lo que Arista, en otra muestra de debilidad le fue a pedir perdón, lo que no debió haber hecho porque tenía razón en lo que había manifestado.
Otro desaire de Boluarte fue el hecho que el MEF le envió un carta solicitando que se renueve como presidente del Consejo Fiscal a Carlos Oliva y la mandataria lo retiró del cargo. Esta última decisión está indicando que la mandataría no le gustan críticos en los aspectos fiscales. Y las presiones al MEF en este sentido claramente van a empeorar: Ya que si ahora Boluarte cede fácilmente ante las presiones de la mayoría del Congreso, a medida que se acerque el último año del legislativo, período en el que este no puede ser disuelto, los deseos de la mayoría de dicho poder del Estado serán bastante más difíciles de complacer y tendrán un mayor costo.
Por lo que es evidente que Arista públicamente ha perdido poder al interior y fuera del gobierno, por lo que será aún menos eficiente de lo que ha sido hasta la fecha. Por lo que debe renunciar antes que lo retiren.
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