Argentina: Alberto Fernández y el frente de pocos

El anuncio en la víspera del presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, de no presentarse a la reelección en los comicios de este año, podría significar el epitafio para la izquierda argentina.

El mandatario fue la carta de Cristina Fernández de Kirchner para derrotar al entonces presidente derechista Mauricio Macri, que buscaba permanecer en la Casa Rosada -sede del gobierno nacional- para un segundo período, y lo logró asumiendo el poder en diciembre de 2019 con la fuerza del peronismo.

Ahora, Fernández desiste del referido derecho constitucional, y sin querer queriendo, contribuirá con su decisión a que la coalición FRENTE DE TODOS -que más parece ahora el frente de pocos-, experimente una de sus mayores crisis internas a las denominadas Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias o simplemente PASO que deberá producirse en agosto de este año. La derrota electoral de 2021 debe haber influido en el ahora presidente de salida y desde luego las pugnas hacia adentro del oficialismo en cuyo marco la figura de la expresidenta Fernández de Kirchner sigue siendo relevante y con peso específico a la hora de tomar decisiones.

Las probabilidades para creer en una eventual derrota del kirchnerismo frente a la derecha en alza con candidatos realmente expectantes -en otra columna los analizaremos-, son realistas solamente mirando lo muy mal que le va a este país en su economía. Ya mismo el dólar sigue trepando frente al peso, al que sigue masacrando. Ir a Argentina en estos momentos, entonces, resultará altamente rentable para quienes deseen romper sus chanchitos en dólares.

Si uno mira con mayor amplitud la situación en este hermano país de más de 46 millones de habitantes, verá que lleva varios lustros sin poder salir de una crisis que ha pisado a fondo en su proceso de desarrollo nacional.

En efecto, desde el Cacerolazo de diciembre de 2001 que fuera excitado por la imposición del “Corralito” que impidió a la gente retirar su dinero de los bancos, durante el desastroso gobierno de Fernando de la Rúa, -terminó renunciando a la presidencia-, ni los gobiernos kirchneristas ni el de Macri, han conseguido para el país el despegue esperado. Un verdadero drama nacional celeste.

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