Aportes de peruanos a la independencia y cultura argentina

Hoy es una tarde soleada en Lima y contemplando el mar, con un azul profundo, desde el Malecón de Miraflores, buscaba reflexionar sobre los aportes peruanos a la independencia argentina. Ayer, festejamos, el día de la independencia. Representantes de las distintas provincias argentinas se reunieron un 9 de julio de 1816 en la ciudad de Tucumán y declaraban la independencia de las provincias Unidas de Suramérica con el Reino de España. Interesante es saber que esta declaración estuvo redactada en quechua y castellano. Idiomas que compartimos con el Perú y en dicho texto se reconocía como capital del nuevo Estado, la Ciudad de Cusco.

Nuestras fronteras no estaban aún definidas, en los términos que las conocemos hoy, y ya estábamos alimentando las semillas de la reunificación (integración) como idearios de la revolución de mayo. Revolución que no habría sido posible sin la participación y contribución de muchos patriotas peruanos que se identificaron con la ‘Corriente Libertadora del Sur’.

La resistencia de Túpac Amaru II en el Cusco en el año 1780 impactó en las élites políticas del recientemente creado Virreinato del Río de la Plata. Pensadores arequipeños como Vizcardo y Guzmán tuvieron influencia en la formación de Mariano Moreno y de muchos otros patriotas que estudiaron derecho en Chuquisaca. Su tesis final se denominó ‘Disertación jurídica sobre el servicio personal de los indios en general y sobre el particular de Yanaconas y Mitarios’ (1802). En su concepción, Moreno, al igual que Belgrano y San Martín, reivindicaban los derechos de los pueblos originarios, posición que no era compartida por sectores de la sociedad porteña.

Pero sin lugar a dudas, Belgrano y San Martín defendían la designación de un monarca Inca como símbolo de la unión de los pueblos de la América del Sur. La pugna entre liberalismo democrático vs. absolutismo monárquico que se desarrollaba en Europa también estaba presente en América. La oposición al proyecto no fue por su carácter monárquico, sino porque esto hubiera significado la construcción de un Estado con la capital en los Andes alejada del puerto y del atlántico. Finalmente este debate se profundiza en el marco de la declaración de la independencia y no se cerrará hasta 1880.

Otra figura peruana que firma la declaración de la independencia y participa de estos debates es José Darragueira, quien fue designado como representante de Buenos Aires en el Congreso de Tucumán. No menos importante fue la participación de Álvarez Thomas, arequipeño, quien participó de la Revolución de Mayo y fue Designado Director Supremo interino de las Provincias Unidas del Río de la Plata (1815-1816). Se destacó el apoyo de su gobierno al plan del general San Martín para liberar al Perú. Acompañar y compartir la gesta de nuestro Libertador terminó hermanándonos.

Finalmente otro aspecto que nos une a los argentinos y peruanos es la presencia del sol incaico en el centro de nuestra bandera. Vínculo que fue introducido por nuestro creador de la Bandera y que muchas veces pasa desapercibido su simbolismo. Se trata de una representación del sol inca, inti (sol en idioma quechua). Este elemento también se puede encontrar en el Escudo Nacional y en las monedas de uso corriente en Argentina. En la cosmovisión Inca, el sol era esposo de la luna y tenía el poder de curar las enfermedades, regir las cosechas y brindar alivio a las personas. El ‘gobernador’ inca era considerado ’hijo del sol’. Las fotos de las ruinas históricas de Cusco simbolizan ese debate en torno a la monarquía, a la capital y seguramente, la compleja red vial de comunicaciones (Qhapaq Ñan) que contribuyó a enraizar las visiones preincaica e inca en nuestra cultura compartida.

Con esto cierro estas reflexiones sobre los aportes peruanos a la independencia argentina.

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