América Latina se tiñe de rojo

Claudia Sheinbaum ha tenido un triunfo bastante holgado en las elecciones mejicanas. Por lo que las dos principales economías de la región (Brasil y Méjico) estarían con gobiernos claramente izquierdistas. Si a ello le sumamos los gobiernos de Colombia, Chile, Venezuela, Bolivia y Nicaragua el mapa se completa.
Además en el caso mejicano, si bien su partido no llegaría a la mayoría calificada (2/3) para poder cambiar la constitución, estaría lo suficientemente cerca como para conseguir algunos “chapulines” (término con el que se califica en Méjico a los políticos que se cambian de partido buscando beneficios personales) que le ayuden a llegar al objetivo deseado. Es que mientras la nueva presidente asume el cargo el primero de octubre, el nuevo Legislativo se instala el primero de septiembre. Con lo que López Obrador tiene un mes para aprobar las reformas del Plan C , ya que las de los planes A y B no fueron aprobadas porque el oficialismo no tenía los votos suficientes. Y el mandatario actual ya avisó que se va a concentrar en la reforma judicial y de la Corte Suprema, que entre otros cambios aprobaría que el control de los jueces y los ministros de la corte pasará a los políticos. En lo que se refiere al peso mejicano, luego de que este alcanzara su peor nivel en 4 años, se recuperó parcialmente luego que el secretario de hacienda, que continuará en el cargo en el próximo gobierno, efectuara una breve llamada con un selecto grupo de inversionistas en la que envió un mensaje de certidumbre a los mercados. Asegurando que se priorizará la disciplina fiscal, el control de la deuda y una mayor “colaboración” con la petrolera estatal Pemex.
En todo caso, se estima que la anterior reacción no se debe al triunfo de Sheinbaum sino por la abrumadora mayoría del mismo, por la posibilidad de modificar la Constitución y que AMLO pueda aprobar su Plan C, el que además de lo ya mencionado, incluiría la desaparición de algunos organismos autónomos o alguna reforma sectorial (como la del sector eléctrico).
Sin embrago, hay dos elementos a tomar en cuenta, el primero es Marcelo Ebrard ex secretario de relaciones exteriores de AMLO, que proviene del PRI, y que ambicionaría ser el próximo presidente de México. El habría tratado de ser el candidato presidencial pero AMLO prefirió a Claudia, quizás porque creería que con ella tendría mayor llegada. Ebrard habría amenazado con irse del partido, pero al final se quedó a cambio de poner en las listas de Morena a gente que responde a él. Por lo que puede ser un aliado importante para impedir que se pasen las reformas en septiembre. Por lo que habría que considerar el segundo elemento, que sería el vecino del norte, que probablemente va a permanecer silencioso políticamente hasta después que se elija a su nuevo presidente, sea Trump o Biden. Aquí es bueno recordar que en 2026 se vence el plazo del nuevo tratado de libre comercio Canadá-México-USA, el que será particularmente “incómodo”, y el que de no renovarse afectaría muy significativamente a México.

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