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Alerta: Cusco en emergencia

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Fecha Publicación: 20/09/2025 - 23:00
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El silencio del gobierno Boluarte, frente a la crítica situación en Cusco -particularmente en Machu Picchu-, viene atizando una crisis que amaga seriamente el futuro del turismo. No solo en Machu Picchu -uno de los destinos más emblemáticos del orbe- sino en el Perú. Veamos ciertos factores claves. Hace meses que la capital cusqueña y los principales centros turísticos de aquella región permanecen bloqueados por paros indefinidos y amenazas, como resultado de la insurgencia de poblaciones muy conmocionadas. Como aquella que ha tomado la vía férrea entre Ollantaytambo y Machu Picchu, dejando a decenas de miles de turistas varados. Esto agregado a una enorme violencia en otras poblaciones enfrentadas a la Policía, que se ha visto obligada a recurrir al uso de bombas lacrimógenas, desatando un verdadero caos social y cancelaciones masivas ante la pasividad del gobierno.
Lamentablemente, Machu Picchu -Patrimonio de la Humanidad- está administrado por múltiples entidades públicas, cada cual más inútil y corrompida que la siguiente. Empezando por el funesto Ministerio de Cultura, gobiernos locales, MINCETUR, etc., lo que impide toda gestión eficiente. ¡Sin embargo, el gobierno central ignora la propuesta de los gremios turísticos! Estos exigen la creación de una autoridad técnica autónoma para centralizar la gestión, poner orden y proteger el valor patrimonial. El asunto ha llegado a extremos complicadísimos. Porque, sencillamente, el Poder Ejecutivo no mueve un dedo por solucionar corruptelas -como sobreprecios y monopolios en el transporte turístico-; asimismo, la falta de alternativas de comunicación que obliga al turista a caminar horas de horas para llegar a Aguas Calientes. Evidentemente, esto ha producido una caída hasta del 30% en el turismo receptivo, así como pérdidas por cientos de millones de dólares anuales para los negocios particulares, como son guías, restaurantes, hoteles, artesanos, etc., coyuntura que viene generando pérdidas superiores a US$ 1.000 millones anuales.
La crisis ha llegado a tal nivel de riesgo, por el abandono del régimen Boluarte. ¿Consecuencias? La organización New7Wonders advierte que Machu Picchu podría perder su denominación como Patrimonio de la Humanidad, ante el colapso turístico generado por la pasividad del gobierno Boluarte. Machu Picchu no solo está en riesgo físico y logístico; también simbólico. Su prestigio como ícono internacional está erosionado por falta de gobernanza, intereses politiqueros y conflictos sociales. Si el Estado no actúa con urgencia, el impacto será irreversible.
El grado de inutilidad del régimen Boluarte confirma su incapacidad para imponer autoridad como gobierno nacional, ante la tenaz negativa del gobernador cusqueño Werner Salcedo -de Somos Perú- quien demanda que una autoridad multisectorial se encargue del problema, con todos los riesgos que aquello acarrearía.
El régimen Boluarte debiera imponer medidas claras, determinantes, asumiendo valientemente el liderazgo político para superar esta coyuntura; evitándose el gravísimo riesgo de hacerle perder imagen exterior a nuestra nación. La falta de presencia del Ejecutivo y la fragmentación estatal que impera en la región Cusco constituyen obstáculos que -sumados a la censurable carencia generalizada de gobernanza- torpedean en Cusco la integración de todos los componentes, tanto locales como nacionales, bajo una sola autoridad eficiente, con estándares UNESCO.

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