¡Al borde del precipicio!
La mayoría de los peruanos de hoy no conoció los terribles efectos que vivió el Perú tras la crisis económica de finales de los años ochenta, cuando este país quebró y hubo que imponer un plan de recuperación cuyos efectos —si bien acabaron siendo espectaculares— demandaron un año y medio de absolutamente difíciles, dolorosos y traumáticos resultados, que pauperizaron a la población. Pero, como los idiotas suelen repetir los viejos errores, apenas cuatro décadas más tarde, el Perú está ad portas de inaugurar otra fenomenal crisis socioeconómica de similar dimensión, causada por el mismísimo error: permitir que el ministro de Economía (José Arista) genere sucesivos déficits fiscales de proporciones tectónicas. Tanto, que hace pensar que, coincidiendo con el año electoral, en el 2026 reventaría nuestra economía y volarían en pedazos nuestras finanzas.
Culpable de semejante crimen social no sería otro que el aún jefe del MEF, en contubernio con su jefa Dina Boluarte, y en complicidad con una caterva de primates que hacen las veces de legisladores sin siquiera saber leer ni escribir; mucho menos aún, sumar, restar, dividir y/o multiplicar. ¡En manos de esta gente, amable lector, está este país! Y a la gran mayoría de ustedes les ha importado un caracol que se les advierta de mil maneras los riesgos que asumían, reaccionando con su silencio, admitiendo implícitamente que nos gobierne un clan de incapaces, corruptos, sinvergüenzas y pelagatos trajeados de autoridades, sean ministros, congresistas o lo que fuere.
En nuestro comentario del pasado 30 de diciembre denunciamos:
“El deterioro socioeconómico que el ministro de Economía y Finanzas Arista sigue causándole al Perú es simplemente estremecedor. Imbuido de un desparpajo colosal, José Arista pisotea los principios fundamentales del equilibrio presupuestal como si estuviera administrando una bodega. A esto se suma su falta de liderazgo, aunada a una reverencial sumisión ante la presidenta Boluarte. Aquello define una personalidad claramente contraindicada para quien ejerce las veces de maestro de las finanzas públicas (…) Arista es el segundo ministro de Economía del régimen Boluarte. Y en ese brevísimo tiempo —tan sólo por no haberse opuesto a la no privatización de esta petrolera de marras— ha lastrado más al país que sumando las gestiones de todos aquellos infames ministros de Economía que le han precedido.”
El resultado es elocuente. Ayer, EXPRESO lo retrató con todo detalle, advirtiendo un futuro negro por delante, tras la de-lin-cuen-cial aprobación de un presupuesto hipergastador y pervertido, forjado, debatido y aprobado por un Congreso integrado por gente incompetente y torpe; y/o sujetos malintencionados que buscan empujar al Perú al abismo.
¿Cómo? Apelando a aquella táctica marxista de destrozar la economía para exacerbar a las mayorías, hasta hacerlas convulsionar, propiciando una revolución estilo bolchevique que nos convertiría en la Venezuela II.
Repetimos: Arista no tiene actitud ni aptitud para ser ministro de Economía. La presidenta Boluarte debe observar la ley del Presupuesto, licenciar a Arista y designar un sucesor bien capacitado para formular un nuevo presupuesto —junto con las comisiones congresales— y, finalmente, cabildear con los legisladores para que lo apruebe el Pleno.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.