Agua que sí has de beber
Por Álvaro Díaz C.
“El agua es el elemento y principio de las cosas” (Tales de Mileto)
Agua es salud, en muchas más formas de las que aparece en los anuncios de televisión.
El 70% de la superficie de nuestro querido planeta es agua.
El cuerpo humano es 60% agua (así está en ciertos órganos: el cerebro 70%, la sangre 80%, los pulmones 90%). Es obvio que el agua es esencial para la vida, del planeta, los seres que la componen y por supuesto la raza humana entre ellos, esto hay que recordarlo una y otra vez.
El ser humano puede sobrevivir sin alimentos por varios días, pero pocos días sin beber agua. El perder 10% del agua corporal ya puede ocasionar trastornos graves, y una pérdida de 20% puede ocasionar la muerte.
La proporción de masa (tejido) muscular es directamente proporcional al porcentaje de agua en el cuerpo, más tejido muscular más porcentaje de agua, un atleta tendrá más que alguien sedentario. La cantidad de agua de una persona mayor es menor dado que con la edad van teniendo menos tejido muscular.
El agua la toma el cuerpo tanto de la que ingerimos como tal pero también de los alimentos que consumimos y de la oxidación, en nuestra digestión de dichos alimentos, que de hecho son lo que proporcionan la mayor cantidad de agua al cuerpo.
Se producen pérdidas de agua al humidificar el aire que respiramos, la orina, las heces, la sudoración, la respuesta a determinados climas.
La sed, en las personas sanas, es la forma que tiene nuestro organismo de alertarnos de la necesidad de ingerir líquidos. Es menos eficiente, tal alerta, en lactantes, enfermos y personas mayores.
Un adulto de 70 kilogramos requiere de 1.5 a 2 litros diarios, lo que varía según la edad, ejercicio, tejido muscular y/o enfermedad que pudiera padecer.
Esa agua debe ser agua potable (apta para el consumo humano); es decir, limpia, insípida, inodora, incolora y libre de contaminantes (sean orgánicos, inorgánicos o radioactivos), sin microorganismos patógenos. El pH (rango de acidez o alcalinidad) debe estar entre 6.5 y 9.5.
El agua ayuda a la salud, para digerir los alimentos, a los tejidos musculares, refrigera o calienta el cuerpo, transporta el oxígeno entre las células de nuestro cuerpo, entre otras virtudes.
(*) Abogado especializado en derecho de la empresa y Cofundador de Pulso Corporación Médica.
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