ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

ADOGEN vive: Asociación de Oficiales Generales y Almirantes

Imagen
Fecha Publicación: 26/05/2025 - 22:00
Escucha esta nota

El día martes 20 del presente asistí a una conferencia organizada por la “Asociación de Oficiales Generales y Almirantes” sobre el tema de delitos de lesa humanidad, aplicada por la mafia progre que gobernó durante más de 20 años en la sombra, a nuestros victoriosos héroes de la guerra contra el terrorismo comunista en el Perú.
Ese mismo día, y a la misma hora, mi padre, mi héroe, se encontraba a sus 89 años dando su testimonio virtual a un juzgado por este mismo supuesto delito.
En la conferencia organizada por ADOGEN, y enriquecida con la participación de destacados juristas como el Dr. Humberto Abanto, Dr. Carlos Mejía y el Dr. Luis Alberto Pacheco Mandujano, se puso en evidencia el abuso y delito jurídico que, a lo largo de los últimos 25 años, han manipulado, auspiciado, promocionado y financiado las ONG progresistas en los distintos niveles de las instituciones encargadas de velar por la justicia peruana. Léase Poder Judicial, Fiscalía y Procuraduría.
Hoy, las víctimas de persecución política por parte de los caviares, podemos alzar la voz y decir que nos incluyeron en procesos judiciales con delitos que no existían en nuestro Código Penal cuando ocurrió el hecho, y a la hora de sentenciar lo hicieron por otro motivo o delito que sí les asegurase legalmente la sentencia. Así de abusivos, así de seguros de que ellos controlan la justicia en nuestro país. Así de inhumanos.
Semanas previas a la citación judicial, mi padre, mi héroe, se siente mal, le sube la presión, se le cierra el pecho, su mirada está perdida, tratando de recordar algo que pueda sacarlo rápidamente del martirio de tener que testificar sobre algo que ocurrió hace más de 45 años. Su memoria también envejeció, no recuerda, y le da miedo no recordar.
Esto viven desde hace 25 años los héroes y sus familias.
A inicios de la persecución política desatada por los sectores progre-caviares, todo fue silencio. ADOGEN tuvo una tímida, por decir nula, participación en la defensa de los perseguidos. Es más, muchas veces tomó posición infraterna antes de que el mismo Poder Judicial diera sentencia. Así, por una mala intención de acomodarse con los nuevos tiempos, victimizó doblemente a sus compañeros de armas perseguidos, a quienes años más tarde la justicia absolvería y reivindicaría. Ese fue el caso de mi padre.
Hoy veo con orgullo y tranquilidad que ADOGEN ha tomado su lugar en la vida socio-política del Perú, sin miedo, con honor. Los oficiales generales y almirantes son profesionales de altísimo nivel académico y con una formación patriótica y geopolítica por encima de las otras profesiones. Tienen muchísimo por aportar al Perú. ADOGEN muy pronto, y a través de sus presidentes, deberá convertirse en un think tank donde los interesados por el desarrollo de nuestro país puedan acudir como fuente de asesoría actualizada, moderna y con proyección a hacer de nuestro país el referente latinoamericano que merecemos ser.
ADOGEN vive, y ojalá continúe su labor con sabiduría y humildad, por el bien de nuestra patria.

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookXInstagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.