Adaptación digital
Nada como ir al cine. ¿Recuerdas? El estreno más esperado entusiasmaba como si uno fuera un niño. Sin embargo, a pesar de la resistencia de muchos, nadie duda de que son exitosas plataformas como Netflix. Lo mismo pasó con el paso del vinilo al CD y al MP3, y ahora a Spotify o Youtube. Algunos productos culturales, obligados por la coyuntura, también se adaptan. Los resultados dependen del ingenio, claro, pero también de la familiarización con las plataformas.
Alberto Castro, quien ya transitaba por el mundo podcast, ha lanzado, en Instagram, el informado programa virtual «En Cinta». Castro considera que la transición digital era esperada, producida en parte por los servicios streaming y acelerada por la coyuntura. Iniciará un taller virtual de introducción al cine el 26 de mayo.
Katya Adaui, escritora que sigo con mucho interés, percibe que se adaptó bien a la cuarentena. Su taller de creación literaria, «Fuera del borde», que irá todos los jueves de junio, lo dirigirá desde Argentina. Ya no hay limitaciones geográficas para intercambiar ideas con ella sobre cómo escribir.
La adaptación que más me ha sorprendido es la del taller que propone, para el 5 de junio, la Compañía de Artes Escénicas, dirigido por Fernando Barrs. Su taller es de teatro musical para jóvenes y niños. Lenguaje corporal y voz on line: fascinante idea.
Como ellos, también tenemos obras teatrales, producidas para ser apreciadas con las plataformas que ahora todos conocemos. Como comentaba Alberto Castro, la cuarentena ha hecho que se consuma más música, series o cine. Las ventajas digitales son varias y de ningún modo podemos pensar que son lo mismo que un taller en persona o asistir a una sala de teatro, son solo una nueva opción.
Como los libros. Pensar en que un libro digital reemplazará la relación entre el lector y el objeto, es un sinsentido. Sin embargo, en un país con pocas librerías, unos cuantos teatros o galerías, lo digital es una opción más que apreciable.
