ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Abuso infantil en el mundo digital

Imagen
Fecha Publicación: 24/04/2022 - 22:58
Escucha esta nota

Hace pocos días se hizo pública una terrible noticia: en Chiclayo, una importante ciudad del norte de nuestro país, un sujeto de 48 años había secuestrado y agredido sexualmente a una pequeña de 3 años, este pervertido también había registrado sus atrocidades como video en su teléfono móvil; la población quiso linchar al depravado y se movilizó exigiendo justicia y mayor atención del Estado en temas tan importantes como la integridad y seguridad de los menores de edad. Hechos como éste nos deben hacer reflexionar acerca del uso de las nuevas tecnologías, sobre todo de las redes sociales y comunidades en línea, escenario que permite el anonimato y donde pueden actuar este tipo de delincuentes con mayor desfachatez.

Son muchos los menores que logran crear cuentas de redes sociales, dentro de las cuales interactúan con otros niños; el problema radica en que no hay forma de cerciorarse que la persona que hay detrás de la cuenta es realmente quien dice ser; existen infinidad de perfiles falsos, utilizados por degenerados para captar a sus potenciales víctimas, en su mayoría menores de edad. El ‘grooming’ o engaño pederasta consiste en que un adulto contacta a un menor a través de internet y, por medio de la mentira o la manipulación, logra llevar a ese menor al terreno sexual, ya sea dialogando sobre sexo hasta compartir fotos íntimas, grabando la videollamada o concertando una reunión en persona; esto sucede a cada momento y es algo que se viene incrementando a cada instante; mientras tanto, nuestros niños están solos, en sus habitaciones, conectados por medio de una computadora, un celular o un videojuego; sin querer, o sin saber, ingresan a un club o a un bar, un lugar lleno de gente extraña donde el ambiente es totalmente desinhibido; internet cambió el orden de las cosas y derribó las barreras físicas, podemos estar físicamente solos, pero no realmente solos si nos conectamos.

Debemos replantear el uso del término “virtual”, de acuerdo con el diccionario esta palabra se refiere a algo aparentemente real pero que no lo es; sabemos que el entorno es virtual, pero los hechos son reales, en ese “mundo virtual” también están personas degeneradas y pervertidas que usan ese medio para abusar de los menores, aprovechando que sus padres creen que lo que pasa en la red es algo que no pasa o no puede pasar.

Nuestras autoridades deben ocuparse de la protección de los más indefensos en este nuevo entorno, donde los niños están expuestos a exposiciones sexuales, pensando que lo hacen con otros niños; mucha gente cree que no puede haber violencia sexual sin contacto físico, hasta que alguien cercano es víctima de ella; son muchos los casos de grooming, donde manipulan a los menores para exponerse y ser fotografiados o grabados en video; el problema radica en que una vez que el contenido está en línea ya es imposible controlarlo; si bien no hay violencia sexual física, hay abuso de la sexualidad de un menor.

Seguimos usando diferentes estándares para medir las cosas físicas y digitales; nos molestamos con las redes sociales en vez de molestarnos con nosotros mismos; no prestamos la debida atención a este delicado tema, jactándonos de que los niños no necesitan ayuda en el nuevo mundo, porque ellos “saben todo” sobre tecnología; saber algo es una cosa, saber cuidarse es otra.

Así como en el mundo real nos preocupamos por la seguridad de los niños, tengamos el mismo comportamiento con el uso de las nuevas tecnologías; es irresponsable darles el acceso total a los niños y esperar que ellos mismos aprendan a cuidarse solos; mostremos interés por las novedades tecnológicas y por las redes sociales, internet ya es parte de nuestras vidas; retomemos la relación tradicional entre adultos y niños, tomando en cuenta -siempre- que la educación se basa en dos conceptos fundamentales: la experiencia y el conocimiento. ¡Incursionemos en las redes sociales y veamos lo que hacen nuestros chicos!