Aborto libre

La ideología de izquierda trató, trata y tratará de legalizar en nuestros países el aborto libre. Pero la realidad es que a estos zánganos que pretenden que el Estado controle todo no les gusta trabajar, y en lugar de hacerse responsables por una vida, prefieren la muerte del bebé, porque simple y llanamente no les da la gana de asumir la responsabilidad de tener un hijo, de educar y criar a un peruano que, el día de mañana, podría ser un gran científico, deportista y hasta presidente. Claro que para eso deberían trabajar, para que esas madres y padres, así como sus hijos por nacer, cuenten con apoyo permanente: psicológico, de salud o de capacitación.
¿Lo podrían hacer? Por supuesto que podrían, pero es mucho trabajo. Más fácil es matar. Y es esta forma de actuar la que se repite en casi todas sus formas de hacer política.
Les parece mucho trabajo formalizar al 80 % del país que vive en la informalidad, entonces mejor es declararlos ilegales y criminales. Les parece que tener reglas claras en los procesos electorales los hará chambear demasiado y, por eso, cambian las reglas todos los meses para que las agrupaciones no puedan dar a luz sus candidaturas. Les parece que, para contar con educación de calidad y que los profesores se deban someter a evaluaciones permanentes, los obligará a trabajar, ¿y qué hacen? Le encargan la educación a las ONGs politizadas.
Les parece que combatir el crimen organizado requiere trabajo, decisión y valentía, ¿y qué dicen? Mejor le echamos la culpa a los pequeños mineros.
Todos estos defensores de no sé qué, son verdaderos abortistas. Quieren abortar el emprendimiento. Quieren abortar las elecciones. Quieren abortar la educación. Quieren abortar la minería. Quieren abortar nuestra capacidad de vivir tranquilos.
¿Y saben por qué? Porque quieren seguir teniendo el control de todo.
Por eso: ojo, pestaña y ceja, que entramos en año electoral, y la caviarada mantiene el control de la justicia, el JNE y la ONPE.
Creen ser dueños de todo y de todos nosotros. Pero ¿dónde está el peligro? En la capacidad que tienen de abortar a cualquier candidatura que les incomode, que les resulte peligrosa, que los pueda llegar a investigar y demostrar que son una verdadera mafia.
En pocas palabras: que todo candidato, sea del partido que sea, sienta que, si no tranza con ellos, será abortado.
Amigos, soy un defensor de la vida desde su concepción. Por eso estoy contra el aborto y soy un defensor de la justicia justa, soy defensor de la libertad de emprender y trabajar, y de nuestra libertad de elegir a quien se nos dé la gana, porque de eso se trata la democracia.
Lo que tenemos que abortar es la vieja manera de hacer política y empezar con el cambio de ciclo.

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