Abogacía y violencia de género

El derecho no es ajeno a todos los cambios vertiginosos de los últimos tiempos; sin embargo, hay problemas que deberían haber tenido ya alguna solución, simplemente van en aumento; uno de ellos, es la lucha contra la llamada “violencia de género”, la cual debemos tener en cuenta, por más que lo deseemos tratar como mera violencia doméstica o violencia familiar; independientemente del nombre, esta lucha tiene que ser tratada de manera integral, puesto que aquí se encuentran diversos móviles y factores, no solo legales, sino también sociales, en la medida en que cada uno debería aportar en algo para la eliminación plena de este tipo de violencia, la cual ha desembocado en muchos hogares de nuestra sociedad.
Los abogados deberíamos preocuparnos un poco más por investigar los elevados índices que acontecen en muchas familias peruanas respecto a la violencia que se da en ellas, pues aunque este tratamiento integral llega a ser abordado en diferentes programas e incluso se realizan medios legales sobre cómo atenderlos, vemos que no es suficiente, pues lo real es que se sigue tratando este tema de manera aislada; tal es así, que si por un lado, se realizan estudios que logren analizar instrumentos de carácter judicial, estos no han hecho más que servir a los ordenamientos jurídicos y luchar contra estos fenómenos, pero al no ser tomados con tanto rigor o con la imperiosa necesidad de erradicar el problema, muchas veces solo se han encargado de resolver casos aislados en algunas familias, pero sin trascender más allá o sin dejar huella o guía, para que se pueda combatir la violencia de género como debe ser.
Si bien es cierto, actualmente, la mujer ha logrado ya muchas cosas en el plano social, aun así, siguen padeciendo y siendo víctimas de lo que conocemos como “violencia contra la mujer”; debemos empezar por resolver la imperiosa necesidad de aplicar un tratamiento sobre la violencia de género, para que se pueda incluir en el ámbito procesal un capítulo aparte, dedicado a tratar solamente lo mencionado pero como debe ser y no como se está haciendo en la actualidad; si se pretende abordar el tema con toda la seriedad posible, es necesario empezar por abordar la base doctrinal del mismo, elaborando y asignando nociones que no estén alejadas de la realidad, no pretendamos definir esto de manera abstracta, sino concreta, que pise tierra, porque el problema de la violencia de género es cotidiano; debemos tener en cuenta todos los pormenores y vertientes jurídicas que la afectación de este problema conlleva; se debe tratar el tema de manera clara y objetiva, tomando conciencia y contribuyendo a la lucha contra este tipo de violencia.
La importancia de este tema nos debe llevar a revisarlo y tratarlo con mucho más detenimiento, y empezar por abarcar puntos que vayan directamente con el problema, para lo cual no estaría nada mal revisar textos y materiales de doctrina extranjera que ya hayan tratado el tema en cuestión y rescatar lo mejor de ellos, para saber qué elementos o qué recurso podríamos aplicar en nuestro país para poder combatirlo.