¡Abajo el preacuerdo vendepatria de Pérez y Vizcarra!
El procurador del Estado suscribió el preacuerdo con Odebrecht, se dice que sin tener las facultades para hacerlo y sin haber tenido tiempo suficiente para revisarlo, por tanto debemos entender que debió recibir la sugerencia o instrucción del ministro de Justicia y/o del Presidente de la República para estampar su firma en tamaño despropósito que negoció el fiscal José Domingo Pérez. El ministro Zevallos tendrá que asumir la responsabilidad política de esta trama.
El acuerdo impulsado entusiastamente por Pérez otorga total impunidad a los brasileños, tocando sólo cuatro proyectos, excluyéndose precisamente temas sensibles como "Rutas de Lima", los peajes, caso en el que hay pruebas y señalamientos específicos que alcanzan a la alcaldesa Susana Villarán y sus colaboradores; también se deja fuera el Gasoducto del Sur, en el que está comprometido Ollanta Humala. Es decir la negociación del fiscal JDP estuvo orientada a librar de la justicia a aliados del régimen. Al tiempo que hace esto combina su estrategia con el hostigamiento judicial a la oposición. En ello Rafael Vela, su jefe inmediato y aliado, juega un activo y desvergonzado papel.
El pago que establece el acuerdo es una cantidad ridícula –610 millones de soles– y en cómodas cuotas que se extienden por largos 15 años. Lo peor de todo es –según el texto– que los brasileños van a poder seguir contratando con total libertad con el Estado y con esas cuantiosas ganancias pagarnos prácticamente con nuestro propio dinero.
La cereza del pastel es que Odebrecht no se desiste de los procesos y arbitrajes que tiene con el Estado Peruano, los cuales ascienden a 4 mil millones de dólares; es decir encima de librarse de una merecida inhabilitación vamos probablemente a indemnizarlos. Estas condiciones hacen ver a Pérez más como el abogado de Odebrecht y de las consorciadas que como fiscal, al servicio del Perú.
Pérez se ha arrodillado ante Odebrecht, no sabemos si por propia voluntad o más bien siguiendo la pauta y guión dictado por Gorriti e IDL y con la anuencia de Vizcarra, quien busca escapar de sus investigaciones de corrupción. Aquellos que delinquieron deben pagar sus culpas y no recibir el blindaje que desde el equipo especial Lava Jato se intenta orquestar. Por todo ello es un acto de dignidad y principista denunciar este hecho vergonzoso, impedir que se implemente, ya que sin temor a equivocarme es un acto de traición a los intereses del Perú. Es la página 11 de Vizcarra. Un preacuerdo vendepatria.
Enrique Valderrama Peña
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