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79 años de creación de la Organización de las Naciones Unidas

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Fecha Publicación: 23/10/2024 - 21:30
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Octubre, que es el mes del Señor de los Milagros, también lo es de las Naciones Unidas, y allí estuvimos hasta hace pocos días para vivirlo. Precisamente, el 24 de octubre de 1945, como hoy, fue creada la ONU, el mayor foro político del mundo, y se hizo al final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), evento bélico que había devastado a la humanidad como nunca antes se ha registrado en la historia de la sociedad internacional. La ONU reemplazó a la fracasada Sociedad de Naciones o Liga de las Naciones, que surgió luego de la Primera Guerra Mundial (1914-1919) por el Tratado de Versalles.
Es verdad que las Naciones Unidas, conforme a la Carta de San Francisco, que es su tratado constitutivo, tiene como finalidad central el mantenimiento de la paz mundial. Es verdad que también lo fue de la Liga de las Naciones, cuyo inexorable destino fue su desaparición porque no pudo conservar la paz internacional. ¿Acaso la ONU ha podido hacerlo desde 1945? Aunque pudiera parecer poco creíble, la respuesta es que sí.
La ONU, desde su creación, ha debido soportar guerras localizadas en las décadas que han seguido. Así, no pudo evitar la guerra de Corea, de Vietnam, de Afganistán, del Golfo Pérsico, de Irak, de Siria, y últimamente la de Rusia y Ucrania, e Israel contra Hamás (palestino) y Hezbolá (libanés), estos dos últimos denominados actores no convencionales. Sin embargo, lo que también es cierto es que, aun con sus aciertos y deficiencias, las Naciones Unidas siguen evitando que el mundo experimente una tercera guerra mundial, lo que sería realmente una desgracia completa para la humanidad.
El hombre evoluciona y la ONU debe evitar a cualquier precio no solo que involucione, sino también que dejemos de existir en la Tierra. Creo que ese esfuerzo sigue llevándose adelante, aunque nuestra existencia no depende realmente de la ONU ni de su secretario general, António Guterres.
Hay quienes piden a gritos una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, y eso podría ser bueno, pero se debe tener cuidado al plantearlo para garantizar la conservación del derecho de veto que tienen los cinco miembros permanentes. Si se prescindiera de este derecho, como erradamente propuso el excanciller peruano Javier González Olaechea, que permite trabar la aprobación de una medida en el propio Consejo, hace tiempo Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, por ejemplo, hubieran hecho lo que decidieran sobre el destino de la humanidad. Lo más probable es que, a la luz de una propuesta realmente absurda y tonta, la ONU terminaría siendo ineficaz, pues no veo a Rusia o a China seguir formando parte de una organización en la que siempre quedarían marginados en minoría, ya que EE. UU., RU y FR conseguirían todo lo que se propusieran.
Así las cosas, el final de la ONU sería, en ese caso, inexorable, con el gravísimo riesgo de que le pase lo mismo que a la Liga de las Naciones, que se extinguió precisamente porque en ella no estuvieron las grandes potencias del planeta. Al cumplirse este año 79 de la creación de la ONU, impidamos que aquel trágico suceso se repita con propuestas creativas y racionales.

(*) Excanciller del Perú e Internacionalista

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