2019: un Perú devastado
El MEF tuvo que anunciar que el crecimiento del PBI para el 2019 será de 2.2%. Un guarismo irrisorio y peligroso para el país, aunque el régimen diga que es alto respecto a otras economías latinoamericanas. Lo concreto es que el gobierno de Vizcarra es inútil y no puede ejecutar el necesario gasto público.
Dinero hay, también una enorme incompetencia, mucha burocracia estatal inepta y ninguna capacidad para promover la inversión privada. Vizcarra y su corte solo se abocaron a librarse de las acusaciones de corrupción en su contra. Esa fue la razón del golpe de Estado. Está demostrado que el cierre del Congreso no mejoró el país.
El cuestionado ministro de Transportes, Edmer Trujillo, sigue en el cargo, burlándose de todos los peruanos. Goza de la confianza de Vizcarra, quien resalta que está respondiendo a las investigaciones. Pero quiso defenestrar al fiscal Gonzalo Chávarry por tener una investigación fiscal. El doble rasero de siempre. Igual ocurrió con el expremier César Villanueva: lo nombró sabiendo que Odebrecht lo había ‘coimeado’.
Al forzar la figura de lavado de activos y organización criminal se ha desacreditado a cuanto partido político existe. No hay justicia en el país, solo persecución política a cargo de dos fiscales que cierran los ojos ante las trapacerías del gobernante y acosan a los opositores. Se ha firmado un acuerdo con Odebrecht que solo incluye cuatro casos de corrupción, siendo más. Luego que se le pagó a la empresa brasileña Jorge Barata declaró que ya dijo todo. Lo único que le interesa a la Fiscalía son los aportes de campaña de hace 11 años.
Las elecciones del próximo 26 de enero serán un sainete. Se ha satanizado la política y habrá 30 días de campaña real, mediatizada por Navidad y Año Nuevo. Obviamente Vizcarra fustigará contra el nuevo Congreso que será fragmentado, sin experiencia, manipulable.
‘Manu militari’ la ONPE sacó de la franja electoral los ‘spots’ de campaña del APRA y de Solidaridad Nacional. Además, el Jurado Electoral Especial de Lima ha iniciado “un proceso sancionador” contra SN por esto. La propaganda electoral rechaza al terrorismo, al chavismo, al golpismo de Vizcarra.
El deleznable argumento del JEE es que se atentaría contra el honor y la buena reputación y promovería la discriminación de alguna persona u organización política. En cristiano, no hay libertad de expresión para condenar a grupos o ideologías violentistas. Tampoco se puede decir que este gobierno es inepto, pese a que lo sea. Es una ofensa.
Al parecer la ONPE sigue los dictados del régimen: hostigar a los opositores. Para colmo, un medio de comunicación ya anunció que hasta que no se retire el ‘spot’ de redes los candidatos de SN no serán entrevistados ahí. El dueño de la emisora recibió 250 mil dólares a mano por publicidad electoral. Vaya 2019.