Linda Lema Tucker aborda el papel de las féminas en la guerra en su obra ‘Libertadoras de la Independencia del Perú: Junín y Ayacucho’

La reconocida socióloga y escritora peruana Linda Lema Tucker conversa con nosotros sobre su libro ‘Libertadoras de la Independencia del Perú: Junín y Ayacucho’, el cual propone una visión renovadora y necesaria sobre el rol de la mujer en la lucha por la independencia nacional.

¿Qué la motivó a centrarse en las mujeres indígenas como protagonistas en la independencia del Perú y cómo influyó su experiencia previa en temas históricos y sociales para desarrollar esta obra?

Mi libro aborda el carácter excepcional del proceso histórico desarrollado, entre 1780 y 1824, que concluye con la independencia y el establecimiento de la nueva República del Perú. A lo largo de muchos años, el proceso de la independencia ha merecido diversas interpretaciones, mi libro, devela la participación de la mujer en la guerra de la Independencia del Perú - hasta ahora olvidada, borrada - en particular la de las mujeres de la sociedad andina colonial, representadas por las indígenas, en las acciones militares que se desarrollaron en los primeros años del siglo XIX. Remarcar que, el papel de las mujeres indígenas en el proceso de la independencia fue activo y decisivo, pero, por mucho tiempo, desconocido. ¿Qué me motivó? Estoy convencida de que el tema indígena es el corazón del Perú.

En su libro, destaca el papel de las “rabonas” como fundamentales para el éxito de las campañas patriotas. ¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaron estas mujeres durante las batallas y cómo lograron superarlos?

Las “rabonas” fueron omitidas del relato histórico independentista, dejando en el olvido, hazañas y sacrificios de estas grandes mujeres indígenas. No obstante, cumplieron un papel trascendental, no solo acompañaron a los soldados, sino se integraron los Ejércitos de ambos bandos, fueron soldados de guerra, constituyéndose en poderoso apoyo logístico ante las carencias de organización y logística del Ejército. El grueso del personal de tropa, estuvo constituido por indígenas que provenían de las alturas de los Andes. Lo que nunca se ha dicho, es que, sin las rabonas, no se hubiese alcanzado la independencia.

Linda Lema, usted menciona que las rabonas no solo eran acompañantes, sino protagonistas. ¿Cómo redefine esta perspectiva la narrativa histórica tradicional de la independencia?

Uno de los hechos que menciona mi libro, es que las rabonas no solo fueron acompañantes de los soldados y no solo se limitaron a desempeñar tareas domésticas. Es decir, no solo cocinaban, lavaban y hacían las veces de enfermeras; eran, además, valientes administradoras, espías, correos y cuando era necesario tomaban armas y peleaban codo a codo en las batallas, lo que las dejaba expuestas a las mismas condiciones que los soldados, que en muchos casos las llevaron a morir. Todo lo dicho en mi libro está fundamentado en fuentes diversas.

En la historiografía peruana, las contribuciones de las mujeres a menudo se han minimizado. ¿Qué obstáculos enfrentó al tratar de visibilizar a estas figuras en el relato histórico oficial?

De las grandes luchas emprendidas por la mujer, no quedan registro de sus acciones, debido a que la historia tradicional ha prevalecido la contribución militar como factor principal de la independencia al no evidenciar documentación referente a la contribución femenina en el campo militar. Este concepto vetó a la mujer y reconoció, en forma exclusiva a los militares como héroes. No obstante, han sido nuestras fuentes, los partes militares sobre dichas batallas y escritos de viajeros en que han dejado escrito, el aporte significativo de las mujeres a las luchas de la independencia.

A lo largo de su trayectoria, ha explorado el legado de diversas heroínas de la historia peruana. ¿Qué diferencia a las “rabonas” de otras mujeres históricas que usted ha investigado, como Manuela Sáenz o Magda Portal?

Las rabonas aparecen a principios del siglo XIX, en 1809, al constituirse el ejército realista por el virrey Abascal. Mujeres andinas que no solo acompañaron a los soldados, ni desarrollaron, únicamente las tareas domésticas en el campamento militar: constituyeron redes, fueron espías, correo y tomaron las armas, peleando codo a codo en el campo de batalla.

Heroína

Manuela Sáenz, llegó al Perú en 1817, en la segunda etapa independentista, convirtiéndose en heroína de la batalla de Ayacucho. Ella es uno de los personajes más trascendentes de la Independencia, además, la mujer que más amó Bolívar, excelente amazona, vistió en uniforme militar y tomó parte activa de la guerra de la Independencia.

Luchadoras

Linda Lema, autora del libro, refiere que el nombre de Manuela Sáenz como el de las valerosas “rabonas” fue borrado de la historia, por ser mujer y por querer narrar una historia masculina llena de miseria que ella puso en evidencia.

Refiere que Magda Portal, insigne poeta y política fue la primera mujer que militó en un partido político convirtiéndose en una incansable luchadora por los derechos sociales y políticas de la mujer, cuando aún la mujer no votaba.

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